Sindicato, mutual y fundación; tres tipos de organización social que trabajan mancomunadamente para conjugar las distintas demandas, no sólo de los representados sino también las de la comunidad en general.

Este el modelo que sigue la Asociación Mutual de Empleados Municipales de Río Tercero y Zona, para satisfacer las necesidades detectadas y aplicando un criterio de innovación permanente para ampliar la cobertura a sus afiliados por un lado, y al conjunto de la sociedad, en un segmento que abarca prácticamente todo el Valle de Calamuchita.

Recientemente celebraron las tres décadas de la sede propia del sindicato, acto  del que participó el propio presidente de la CAM y FEMUCOR, Alejandro Russo. El máximo dirigente del sector mutual, se manifestó “sorprendido por el crecimiento de la institución y por el trabajo que día a día vienen realizando, generando iniciativas y aplicando inteligencia en la administración de los recursos”.

Héctor Guidobaldi, quien encabeza la conducción de las tres organizaciones, explica que todo nació desde el gremio que nuclea a empleados municipales de Río Tercero, Tancacha, Corralito, Pampayasta, Colonia Almada, Rumipal, Los Cóndores, y otras poblaciones de la región, comprendida entre Berrotarán, Hernando, Despeñaderos y Villa General Belgrano.

El nivel de afiliación gremial alcanza a un 85 % del total de empleados, entre contratados y planta permanente. Guidobaldi sostiene una posición interesante para plantear en cualquier mesa de discusión sindical: “El gremio está para cumplir la función de defensa de los derechos del trabajador, pero los servicios deben estar en manos de otro tipo de organización. Por eso creamos la mutual”.

Lo novedoso del sistema asociativo, es que el empleado afiliado, es socio de la mutual, pero sin pagar cuota social. El gremio es el que la cubre, destinando una parte de la percepción de la cuota de afiliación sindical. La administración de los fondos, permite dar cobertura en servicios y aun así pensar en la ampliación de los mismos.  Hoy por hoy, la mutual ofrece subsidios, banco ortopédico, sistema de venta de blanco y pequeños electrodomésticos, seguro de salud, y  un convenio con una tarjeta de crédito de Río Tercero que atiende en toda la región. Aquí también se encuentra algo novedoso: la mutual y el sindicato se hacen cargo del costo administrativo de la tarjeta, por lo que está asegurado que todos los socios tengan acceso a esa herramienta de consumo.

Héctor Guidobaldi se entusiasma con un nuevo proyecto que está encaminado y que permitirá aumentar la oferta de servicios: “Hace dos años compramos un terreno entre el sindicato y la  mutual, a donde estamos construyendo un edificio de 700 metros cuadrados. Allí no sólo funcionará la sede la mutual, sino también consultorios médicos para los afiliados y asociados. La obra está en un 70 %, por lo que estimamos que para fines de este año, ya quedará inaugurado el edificio, y en un par de meses más podrían estar en pleno funcionamiento los consultorios médicos”.

Como parte de la experiencia de asociativismo, más recientemente fue creada la Fundación Universidad Regional Río Tercero, también en la órbita de la mutual y el sindicato. Con la intención de radicar una universidad pública en esa ciudad, la Fundación desarrolla actividades académicas a través de cursos y tecnicaturas abiertas a la comunidad en general en el Valle de Calamuchita.

Mientras se mantienen las gestiones que den concreción a una universidad, la Fundación desarrolló convenios con la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad Provincial y la Universidad Nacional de Villa María, por medio de los cuales se dictan cursos, diplomaturas y dos carreras de pre grado: Tecnicatura en Mecatrónica y Tecnicatura en Material Rodante Ferroviario. Para el próximo mes de julio, quedará abierta la carrera de Turismo, con el antecedente inmediato de haber realizado una Diplomatura en la materia.

La experiencia de Río Tercero, aparece como un foco que bien puede replicarse en otras localidades, donde el mutualismo tiene importante presencia comunitaria. Ya hay antecedentes exitosos de asociativismo global, como son los Grupo Devoto y el Grupo Gesta de Villa María. La figura organizativa de sindicato, mutual, fundación, cooperativa u otro tipo de asociación, aunque atiende distintas necesidades, parecen encontrar un punto de conjunción en los fines comunes: el servicio a sus propios miembros y una extensión con fuerte presencia en la sociedad a donde están insertas las entidades.

ESCRIBANOS UNA RESPUESTA

Por favor escriba su comentario
Por favor ingrese su nombre acá