Si el movimiento mutual argentino viene desde hace tiempo atravesando tiempos de zozobra, tiene como contrapartida la capacidad de reinventarse para sortear obstáculos, sin perder de vista su naturaleza ni sus objetivos.
Francisco “Paco” Ramos, un dirigente estudioso de las innovaciones, recorre cada semana las rutas del interior cordobés, para llevar a las entidades ideas y proyectos de nuevos servicios a desarrollar, que generen un alto impacto en las comunidades. El asesor de mutuales, focaliza de momento tres opciones que considera claves: consumo de alimentos, vivienda y salud.
La primera de ellas, se viene desarrollando con éxito en La Para, Balnearia, Arroyito y Ucacha, a través de la figura de proveedurías mutuales, muy cercanas al formato del supermercado. Y están en carpeta con estudios avanzados de factibilidad, otros emprendimientos idénticos en varias localidades, listas para instalarse en el primer trimestre del año próximo.
Para Ramos, “Durante años las entidades nos abocamos con mucho esfuerzo a un servicio principal como es el de ayuda económica, lo que por cierto nos hizo muy fuertes para generar desarrollo en los pueblos. Pero de golpe, a partir de las debilidades que provocaron una intensificación en los controles y una mayor demanda en las exigencias, tomamos conciencia de que teníamos que abrirnos a otros servicios, igualmente rentables, que derramen sus beneficios a las necesidades de los asociados. La realidad fue como disparador para pensar en que teníamos que trabajar para ampliar el horizonte, con nuevas actividades.
“El sistema de servicio único es vulnerable a cualquier movimiento del mercado. El objetivo es multiplicar, porque cuando un servicio queda sensibilizado por los vaivenes del mercado, debe haber otros servicios que compensen, que sostengan al que flaquee. Hay que poner el foco en la multiplicidad que nos haga más eficientes y menos vulnerables. Tenemos que ver a las mutuales que son exitosas en algún servicio alternativo, juntarnos y analizar cómo podemos trasladar esos modelos a otros puntos de la geografía. Al fin y al cabo, las mutuales nacieron de grupos de personas para socorrerse mutuamente. Las ventajas que tenemos como sistema, tiene que potenciarnos como actores en el desarrollo de los pueblos”.
Las propuestas de nuevos servicios como el de las proveedurías, lleva implícita la necesidad de aplicar las denominadas buenas prácticas. Para eso, Paco Ramos dice que no debe quedarse sólo en eso: “Creo que en un plazo no mayor a los dos años, debemos hacer una Mesa de Proveedurías Mutuales, donde podamos compartir las políticas de venta, los canales de comercialización, las compras y un seguimiento del servicio para estar siempre actualizados en las necesidades de los socios”.
Las experiencias de esta especie de supermercadismo mutual, permitió la expansión de la masa societaria en las entidades que ya brindan este servicio. Una de las herramientas, fue la firma de convenios con otras organizaciones mutuales y cooperativas del mismo pueblo, y hasta con empresas privadas, lo que permite que sus empleados puedan acceder a los centros de compra.
La práctica de nuevas propuestas, no sólo parece fortalecer la sustentabilidad del sector, sino que penetra de modo más directo en las demandas de las comunidades, dando las respuestas que se esperan de la Economía Social y Solidaria, tal lo pregonado desde los ámbitos internacionales del sector, y receptado y replicado en al ámbito de nuestra geografía.
