Frente al marco generado en la última semana a partir de disposiciones aplicables al mercado financiero, pero de incidencia directa sobre los planos económico y social, el presidente de FEDESAM, César Malato, retoma el concepto de que las entidades de la Economía Solidaria no deben limitarse a “ser ambulancias” ante la crisis, sino aprovechar el momento para buscar alianzas estratégicas con los poderes públicos para contribuir al desarrollo de las comunidades.
Como siempre se lo ha planteado nuestro portal, ponemos este espacio a disposición para la expresión de puntos de vista de especialistas y dirigentes del sector. Así lo hace en este caso, el comunicador y dirigente santafecino.
Escribe César Malato (*)
El exceso de impericia y cerrazón del sector político que gobierna nuestro país, nos ha llevado nuevamente a una situación de múltiples defaults. Para “lograr” esta catástrofe económico- social, han dispuesto una batería de medidas que preanunciaban la tormenta perfecta:
- El hiper- endeudamiento externo, la refundación de la dependencia económica y tecnológica, con el regreso al FMI, y a otros organismos supranacionales de crédito y usura.
- La eliminación progresiva de las herramientas de política pública que fortalecían nuestras economías, protegían nuestra economías internas y nuestras poblaciones: retenciones al agro, limitaciones para el ingreso y egreso de capital financiero especulativo, apertura indiscriminada de importaciones, suba desmedida del dólar y devaluación, dolarización de tarifas de servicios eléctricos, agua, gas y naftas.
- Limitación de las negociaciones paritarias y despidos masivos en el Estado, absoluta falta de protección para los despidos indiscriminados pertenecientes a pequeñas industrias y comercios.
- Falta de protección a los ancianos y la niñez, entre otras calamidades.
En ese marco, el default, o la imposibilidad de pagar nuestra ilegítima deuda externa con el FMI, sumado al mencionado conjunto de políticas anti-populares, ha desatado un múltiple default que es nuestro verdadero padecimiento y el de nuestro pueblo: los defaults alimentarios, sanitarios, de falta de trabajo, muerte del consumo, y del mercado interno.
Estas emergencias son una llaga ardiendo que va a tener que atender desde el 10 de diciembre el próximo gobierno, como medida urgente para detener la caída de más bolsones de poblaciones en la miseria y la falta de alimento, consumo, remedios, atención sanitaria, y trabajo.
Las mutuales y cooperativas siempre enunciamos que no somos las ambulancias del neoliberalismo, ni del capitalismo rapaz. Nuestro rol central no es ir juntando los heridos y afectados por estas políticas erráticas y expoliadoras, pero en esta etapa tan dramática podemos ser un asociado estratégico, un brazo co- ejecutor de políticas asistenciales, de promoción y desarrollo, en cada una de nuestras localidades, articulando una propuesta federal, allí donde esta situación de emergencia nacional nos necesite. Al fin y al cabo, nuestras organizaciones son cultural e ideológicamente solidarias, han nacido desde la necesidad de un colectivo de personas por proveerse de algún bien o servicio, y no centramos nuestras acciones en la especulación ni el lucro.
En cualquiera de esas materias, y de esas emergencias que sufren nuestras poblaciones: de salud y provisión de medicamentos, de acceso a la comida y los alimentos básicos, de financiamientos no bancarios a bajas tasas para desarrollo de emprendedores productivos, comerciales o de servicios, y de colaboración en la búsqueda de soluciones para la creación de empleos y ocupación digna, estaremos asociándonos estratégicamente, para que nuestro país regrese a un lugar de dignidad de sus ciudadanos, del conjunto de nuestro pueblo, del que lamentablemente fue despojado en estos últimos cuatro años.
(*) Presidente de FEDESAM (Federación de Cooperativas Entidades Solidarias para la Ayuda Mutua)
