Ante el escenario de turbación de los últimos días, generado a partir del alza en el precio del dólar, la caída de acciones en el mercado de valores y el nuevo aumento en las tarifas de servicios públicos, el presente económico del país atraviesa la situación más delicada de los últimos años.
Precisamente, ayer se dieron a conocer los resultados de la encuesta que realiza mensualmente la consultora Gustavo Córdoba & Asociados, de la que se desprende que el 69,4 % tiene una expectativa negativa sobre la situación económica en los próximos doce meses.
Con este marco, Prensa Con Opinión dialogó con uno de los referentes del sector y gerente del Grupo Mutual y Cooperativo Devoto, Domingo Benso, a fin de obtener una mirada de experiencia sobre cómo puede afectar esta realidad al movimiento de la Economía Social y Solidaria.
El dirigente se refirió con inquietud al momento y al futuro inmediato de las empresas sociales y los pequeños emprendimientos productivos.
Sobre las tarifas de energía eléctrica, consideró que en Córdoba no habrá mayor impacto, porque ya venía con un alto costo; pero en provincia de Buenos Aires, opinó que puede ser letal. Y para eso, se refirió a una cooperativa de trabajo con la que el Grupo Devoto colabora desde hace poco más de seis meses, al igual que lo hace con varias organizaciones similares en distintos lugares del país.
“Sólo en la fábrica de envases de nuestro Grupo, pagamos una factura de luz a EPEC, de un millón de pesos mensuales; pero en realidad, es un 20 % más que el año pasado. En Córdoba ya era cara la energía. Pero no sucede lo mismo en otros lugares. Nosotros estamos colaborando con una cooperativa de Mataderos, dedicada a la fabricación e impresión de envases flexibles. Era una fábrica de 250 empleados, que después de cerrar, quedaron 76 trabajadores que decidieron constituirse en cooperativa y continuar con esa fuente de trabajo. Allí, veníamos pagando cien mil pesos mensuales de luz. Pero la próxima factura, ya con el incremento, la estimamos en 250 mil pesos. Decididamente eso no se va a poder pagar, y correrá serio riesgo de supervivencia”.
El Grupo Devoto participa de Envases Flexibles Mataderos, a través de un gerenciamiento que incluye la provisión de las materias primas, valuadas en 2 millones y medio de pesos, y la apertura de mercados. Actualmente vende 45 toneladas de envases plásticos por mes, y cuando cobra la facturación, el Grupo recupera la inversión en materia prima y el resto queda para los 76 trabajadores, quienes pagan servicios y reparten equitativamente el saldo entre sí. Hoy por hoy, el ingreso es exiguo: 12.500 pesos mensuales para cada uno. Pero Domingo Benso, planifica llegar a las 60 toneladas, para que en el reparto, el ingreso para cada trabajador alcance un nivel aceptable. Aun así, el dirigente advierte en la necesidad perentoria de reparar la maquinaria con que cuenta la cooperativa, para alcanzar la productividad deseada. Para Benso, esto se hace difícil si no hay apoyo del Estado para el normal desenvolvimiento de esta empresa recuperada. Y prácticamente imposible si hay que enfrentar una boleta de luz por casi una cuarto de millón de pesos.
“Hay un montón de pequeñas organizaciones que se ven afectadas en este momento, no sólo por las tarifas sino además por el estancamiento de la economía. No veo empresas vigorosas, al contrario, veo que cierran. Los clientes de las organizaciones venden cada vez menos, y por lo tanto compran menos producción. En nuestro caso, en Devoto, nuestra fábrica de envases tiene como uno de sus clientes principales a la cadena de heladerías Grido, y actualmente nos están comprando un 15 % menos que el año pasado. Eso pasa porque venden menos helados. Las pequeñas empresas sociales están desamparadas. Nos sostenemos porque somos un grupo de Economía Solidaria; si esto fuese una empresa privada, ya estaríamos achicando la planta de personal”.
Finalmente, Domingo Benso no esconde su preocupación al sostener que “Esto cada vez lo veo peor. Lo noto en la gente, en los productores, y no advierto que se quiera cambiar el rumbo”.