El sistema mutual y cooperativo en la provincia de Santa Fe, bien puede ser tomado como un caso testigo, que certifica el impulso al desarrollo de las comunidades; no sólo en términos económicos, sino también sociales. El protagonismo que tienen las entidades a través de sus acciones de servicio, ha logrado que el estado provincial acompañe y allane los caminos emprendidos, con la certeza que dan los aportes del sector mutual a la sociedad en su conjunto.
En momentos críticos, el sistema de Economía Social y Solidaria emerge como una alternativa válida para paliar y hasta para solucionar situaciones que el mercado no contempla. No está en su lógica la autogestión colectiva como progreso del entramado social.
Narciso Carrizo, vicepresidente de la CAM y presidente de la Federación de Mutuales Brigadier López de Santa Fe, precisa con exactitud la postura del mutualismo: “Nosotros tratamos de trabajar cerca del Estado y alejarnos del mercado. El mercado tiene otras reglas, otras normas. Creemos que el mutualismo nació por ausencia en la cobertura de necesidades de servicios; con ese concepto se desarrolló este sistema solidario a lo largo de muchos años”. Y haciendo alusión a los intentos por gravar a las entidades, explica que “sería injusto que ahora, que han crecido y se desarrollaron (las entidades), pierdan esa condición de neutralidad en las decisiones sobre sus propios recursos, y que quien debió asistirlas en su momento, quiera sacarles parte de esa contribución. Así, las exenciones no son tales, porque nosotros tributamos con el aporte social. Trabajamos para que los dirigentes políticos y funcionarios entiendan este concepto”.
El dirigente santafecino, expuso como ejemplo, la articulación del sector con el gobierno de esa provincia, para fortalecer e impulsar las pequeñas unidades de producción: “Luego de un relevamiento, se detectaron muchos sectores de emprendedores no bancarizados que necesitaban una ayuda para desarrollarse; entonces, la mutual federada que esté asentada en la zona, le otorga un crédito con una tasa que en parte es subsidiada por el estado provincial, para que así el tomador del crédito tenga mejores condiciones para poder devolver esa ayuda económica. Y esto lo aplicamos a pequeños productores apicultores, a talleres de carpintería, fabricantes de muebles, de calzados, en fin, a quienes necesitan un impulso a su producción pero que no pueden acceder a los servicios de los bancos. Así también lo hicimos con agricultores que perdieron cosechas o ganado por efecto de las inundaciones, a quienes pudimos acudir también con créditos blandos, en esa ocasión con tasa subsidiada por el INAES”.
Una manera de exponer el trabajo del sector mutual y su aporte a la comunidad, fue el Reporte Social, propuesto por la Federación Brigadier López. Se trató de un relevamiento sobre cincuenta entidades de la región norte de Santa Fe. Los resultados, exhibieron un aporte en el año 2017, de cien millones de pesos a clubes, bibliotecas, escuelas y otras organizaciones de bien público. Esta cifra se desprende sólo desde las cincuenta entidades relevadas, sobre un total de 850 que hay en la provincia.
Así resulta el escenario en la provincia de Santa Fe, donde el trazado de las políticas públicas contempla el aporte que hacen las organizaciones asociativas, y se logra establecer esa alianza, tan necesaria como estratégica, y tantas veces reclamada por los dirigentes. Hay modelos que impulsan al movimiento de la Economía Social y Solidaria como ayuda en la construcción de la prosperidad de la gente. Otros modelos, focalizan al sector en términos financieros y economicistas. Unos ponen al bienestar de las personas como objetivo; otros ponen a las personas como objetos de lucro.
[…] Fuente: Prensa con opinión. […]