La sucursal del Banco Nación de la ciudad de Zapala, en Neuquén, decidió dar de baja a la Asociación Mutual Mercantil de esa localidad de la categoría de banca empresa, una calificación habitual para entidades de este tipo.

Lo llamativo de la medida, es que el gerente de la institución financiera argumentó su disposición en que “el estatuto de la mutual estaba vencido”. Como se sabe, los estatutos son cuerpos que dan sustento fundacional a cualquier organización social, desde donde se exponen los lineamientos, objetivos, metodologías de funcionamiento y los enunciados por donde se traza el desarrollo de las instituciones, que pueden ser modificados por asamblea, pero nunca caducan.

En diálogo con este portal, el Administrador de la Mutual Mercantil, Edgardo Maggio, explicó la situación: “El 30 de junio de 2018 vencía el mandato de la conducción de la entidad; a partir de allí, dentro de los tres meses posteriores se hizo la Asamblea Anual, dentro de los plazos establecidos. Para ese momento, el banco ya insinuó la quita de categoría de banca empresas, por vencimiento de la conducción saliente. Frente a esta amenaza, además de pedir las explicaciones del caso, presentamos una certificación de nuevas autoridades otorgada por Inspección de Sociedades Jurídicas de la provincia de Neuquén. A pesar que la gerencia nos aseguró que con eso bastaba, se nos eliminó de esa categoría, con todos los inconvenientes que esto acarrea, para una entidad que opera con volúmenes importantes de dinero, pagos y transferencias. Y en una posterior reunión con el gerente de la sucursal, en la que  reclamamos por esa decisión intempestiva, se nos respondió que la medida se tomó porque nuestro estatuto estaba vencido. Evidentemente, el desconocimiento de los funcionarios sobre lo que somos las organizaciones sociales, es alarmante”.

Esta situación deriva en una merma en la calidad del servicio, porque la mutual, que sigue operando con el Banco Nación, debe hacer uso de las prestaciones como una persona física y no jurídica, es decir, como cualquier cliente individual.

Maggio se plantea como interrogante si lo sucedido “es una política interna de la entidad bancaria, o son medidas que se enmarcan dentro de las políticas nacionales para desatender a las entidades de la Economía Social y Solidaria”.

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