Con un destacado letrero de “urgente”, el portal oficial del INAES advirtió a las entidades mutuales y cooperativas de crédito, sobre la necesidad de constatación del Sistema de Reportes de Operaciones, y adoptar las medidas requeridas por la Unidad de Información Financiera (UIF), ante los alertas emitidos. En este caso, el instituto que preside Marcelo Collomb hace hincapié a la reciente declaración conjunta emitida por el Grupo de Lima, en relación a “la crisis de Venezuela”, según los términos empleados por el mismo INAES.
La historia de este aviso se remonta a pocas semanas atrás, cuando la Cancillería argentina distribuyó a los medios la referida Declaración del Grupo de Lima, en la que se fija posición de reconocimiento al asambleísta Juan Guaidó como presidente –designado a sí mismo- del país caribeño, y emite una recomendación vinculada al tema financiero. El documento que lleva la rúbrica de los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú, expresa textualmente en uno de sus puntos: “Se hace un llamado a los miembros de la comunidad internacional para evitar que el régimen de Maduro realice transacciones financieras y comerciales en el extranjero, que tenga acceso a los activos internacionales de Venezuela y que pueda hacer negocios tanto en petróleo, oro u otros activos”.
En línea con esta manifestación, tal vez de ribetes más mediáticos que efectivos, se produjo en Buenos Aires la reunión de la Mesa de Diálogo argentino estadounidense, donde se decidió instruir a los sujetos obligados -como lo son algunas mutuales y cooperativas- a reforzar los alertas “ante amenazas y vulnerabilidades de los ilícitos financieros regionales, incluidas las redes de corrupción en Venezuela” (sic).
El encuentro mencionado, tuvo por anfitriones a Nicolás Dujovne y al presidente de la UIF, Mariano Federici. No se pudo saber si la medida fue un gesto del Gobierno Argentino para ratificar su aceptación a las exigencias de la administración de Donald Trump, o si fue un pedido de su representante en esa Mesa, el señor Marshall Billingslea, el segundo encargado de Financiamiento del Terrorismo y Crímenes Financieros del gobierno de Estados Unidos.
De esa sucesión de eventos -la Declaración de Lima y la reunión de Buenos Aires-, surgió la instrucción al Instituto Nacional de Asociativismo, para que exhorte a las entidades con servicio de ayuda económica, a tomar especial precaución con valores o dineros sospechados de tener origen o relación con venezolanos.
El INAES aduce seguir las expresas directivas de la UIF, que no son otras que las ya conocidas, con el agregado de seguir atentamente a las eventuales operaciones vinculadas al boicot contra Nicolás Maduro. Al momento, se desconoce si alguna de las mutuales o cooperativas empadronadas en el Instituto, tiene tratos financieros con personas relacionadas con el gobierno de Venezuela. Pero lo cierto es que las organizaciones de la Economía Solidaria quedan involucradas en un tema que parece muy lejano al sector, pero al que desde ahora deben considerar con especial cautela. Es de suponer y esperar que el sector bancario también haya recibido la misma instrucción de los organismos competentes.
