De izquierda a derecha: María Nadeo, de San Cristóbal Caja Mutual; Alejandro Russo, presidente de CAM; el economista Mariano Kestelboim; Raúl Lamberto, Defensor del Pueblo de Santa Fe, y Oscar Rosas, de la Federación Brigadier López.

La original celebración por el Día Nacional del Mutualismo, que se llevó a cabo en la ciudad de Santa Fe durante los días viernes y sábado pasados, adoptó una formato de Feria, que sirvió para exponer los servicios mutuales y en paralelo, una sucesión de foros con debate sobre los tópicos más importantes que desarrollan las entidades.

Cerca de 700 personas compartieron los espacios de discusión en instalaciones ubicadas en el punto más neurálgico de la ciudad, a lo que habría que sumar la cantidad de personas que recorrieron los stands instalados en las dos carpas de la renovada plaza 25 de Mayo.

El nivel de participación en los paneles, y la visibilidad del mutualismo a la comunidad en general, fueron desde el principio los principales objetivos planteados por la organización, que recayó sobre las dos federaciones santafecinas y por FEMUCOR.  En este sentido, Oscar Rosas, el referente en la coordinación de este evento, dio por aprobados los fines propuestos, aunque remarcó la necesidad de profundizar sobre nuevos modelos de acción mutual.

El dirigente de la Federación Santafecina Brigadier López, reflexionó ante Prensa Con Opinión sobre el encuentro, y ante la satisfacción por el resultado, expresó: “Fue un evento muy grande, importante, y muy ambicioso, por lo que esperamos pueda repetirse la experiencia de este formato y otras federaciones tomen la propuesta para replicarla en otras ciudades”.

Sobre el contenido de la Feria Nacional, Rosas destacó la presencia del máximo referente del mutualismo argentino, Alejandro Russo, y del presidente del INAES, Marcelo Collomb, quienes participaron en los actos de apertura y cierre.

También resaltó como uno de los paneles de mayor repercusión, el referido a la producción. Al respecto, se refirió a la dimensión que adquirió ese encuentro: “Aquí se demostró la apertura del sector mutual hacia otros actores sociales. Estuvieron presentes el presidente de la Federación de Industriales de la provincia de Santa Fe, empresarios metalúrgicos y madereros y la senadora nacional que preside la Comisión de Industria y Comercio, o sea que estábamos hablando mutualistas, Estado e industriales. Fue una experiencia interesante, porque buscamos puntos de coincidencia y acuerdo, y de allí salió el compromiso de juntarnos. O sea el mutualismo juntándose con la industria”.

La valoración de Oscar Rosas sobre la presencia de gente vinculada a la industria, la justificó en lo que considera una necesaria nueva mirada del sector mutual hacia los problemas vigentes que afectaron el desarrollo económico y social: “El mutualismo ya no es solamente un prestador de  servicios. Siempre se asoció al cooperativismo con la producción y al mutualismo con los servicios. Es un error si no consideramos que una de las prestaciones medulares, como es el de ayuda económica, no deba relacionarnos con la producción y el consumo. Hemos asistido a coyunturas adversas, como las de 1995 y la de 2001, pero las entidades que sobrevivieron, hoy están muy fuertes, con liquidez, sin deudas en dólares. Obviamente que la crisis nos afecta, pero estamos a la espera de un cambio de modelo, al que podamos aportar nuestros recursos.

“Precisamente sobre esto hablamos en el panel de cierre, que es otro de los que destaco, a donde asistió el economista Mariano Kestelboim, quien hizo un desarrollo macroeconómico, que nos sirvió para contextualizar y analizar dónde estamos trabajando. El mutualismo no es una isla; nos desarrollamos en función de un proyecto y un modelo político y económico. No hablamos de partidos, hablamos de las políticas. En mi opinión muy personal, este modelo actual tiene sus problemas, como los tuvo en la segunda mitad de la década del ‘70, repetida a fines de los ’90; y si  hoy se aplican las mismas medidas, las mismas políticas, vamos a tener los mismo resultados, que ya sabemos, no son buenos”.

Oscar Rosas se extendió en su visión sobre lo que, a su juicio, el sector puede aportar en los tiempos que vienen, ayudando a la reconstrucción del tejido laboral y social. Para eso, tomó como ejemplo un tema vigente en su provincia, como es el reclamo por la eliminación del impuesto a los Ingresos Brutos a mutuales: “Me pregunto qué pasa si nosotros, sin provocar un desfinanciamiento de las arcas públicas, hacemos una contribución para un fin específico, como sería financiar producción. En este momento es imperativo poner en marcha la economía, y eso se logra cuando se produce. El Estado tendrá que buscar la manera de juntar el capital y el trabajo. En el mutualismo tenemos el capital con el que podríamos financiar tasas por servicios, incluso hasta tasa cero en algunos casos extremos como por ejemplo en empresas que están a punto de cerrar. Podemos financiar capital para emprendimientos productivos asociativos, como cooperativas de trabajo en los municipios, en las comunas, con lo que contribuiríamos a paliar un poco el problema social que hoy tenemos; no hay que dejar de ver lo social. Deberíamos crear unidades de evaluación de proyectos productivos para asistirlos con el crédito o asociarnos con los empresarios, con los que generan empleos. Hoy en cierta medida lo hacemos pero sin involucrarnos en el proceso.

“Creo que tenemos que discutir el destino que le damos al servicio de ayuda económica. Y el mutualismo tiene todas esas herramientas. No tenemos que perder de vista para qué nacimos como institución: la ayuda mutua y la solidaridad, lo que no significa hacer asistencialismo”.

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