La Mutual Centro Social y Deportivo de Brinkmann, convocó al consultor Raúl Furrer, Administrador de Empresas y asesor técnico de mutuales, para informarse sobre el abundante paquete de resoluciones emitidas por los organismos públicos en las últimas semanas.

La jornada se llevó a cabo el pasado jueves, y fue solicitada por el Consejo Directivo de la entidad, preocupado por la interpretación y aplicación de las nuevas normas emitidas por el INAES y la UIF, en relación al servicio de ayuda económica. La sucesión de resoluciones apuntan a profundizar el control sobre entidades que desarrollan esta prestación, en prevención sobre posibles operaciones que impliquen lavado de activos.

Durante el encuentro, se procedió a la lectura, análisis e interpretación de las nuevas pautas. En primer término se evaluó la Resolución INAES 957/19, referida a la presentación de informes en carácter de declaración jurada, la que Furrer calificó como positiva porque supone que dicho informe arrojaría una cantidad de información a partir de la cual, se podrían diseñar políticas de promoción y desarrollo.

Luego se pasó a la Resolución INAES 2361/19, por la que el organismo crea una Central de Deudores, disponible para cooperativas y mutuales. Aunque se trata de una disposición que camina al límite del Hábeas Data, el consultor explicó que en realidad, esto favorecía a la entidad a la hora de aprobar o no un pedido de ayuda económica, dado que muchos individuos deudores o morosos en otras entidades, no figuran en los registros periódicos del Banco Central, y la mutual en algunos casos, desconoce esa situación del asociado solicitante. Raúl Furrer asegura que esta Central de Deudores, reducirá los riesgos de incobrabilidad.

Los directivos de la Mutual Centro, concentraron luego su atención en la norma más extensa y compleja emitida por el INAES y publicada en el Boletín Oficial el 31 de octubre pasado. Se trata de la 2359/19, que modifica la 1418/03, un entramado de control exhaustivo a entidades con servicio de ayuda económica.

Furrer considera que esta norma “… es el ABC para la prestación; en su contenido se define qué pueden hacer y qué no las entidades, a mi juicio, en defensa de la transparencia de las mutuales. Se convierte en una herramienta muy importante a la hora, por ejemplo, de interrelacionarnos con las entidades bancarias. De los considerandos, surge que se quiso actualizar la vieja 1418 a los tiempos que vivimos, al avance de la tecnología, a la promoción del sector productivo, a la profesionalización del sector, a fortalecer las Instituciones jerarquizando el órgano de administración, fiscalización y control. Además, acompaña las recomendaciones del GAFI y de la Unidad de Información Financiera, entre ellas el control estricto y disminución del uso de efectivo”.

Ante la consulta sobre la nueva exigencia, acerca de que la administración del servicio de ayuda económica debe ser ejercido por una persona que acredite antecedentes de idoneidad y experiencia, el asesor evaluó que esto puede traer algunas dificultades: “Si tenemos en cuenta que hoy cuesta conseguir asociados que quieran participar en los Consejos Directivos, con esto se limita aún más. A primera vista este parece ser un requisito difícil de cumplir. Pero como contrapartida, en este momento la Confederación Argentina de Mutualidades brinda una amplia oferta formativa, como lo es por ejemplo la Diplomatura en Administración Financiera de Mutuales que ya se dictó en Córdoba, Santa Fe y CABA, y continúa en Paraná, Rosario y Mar del Plata. La capacitación ayudará a que los directivos puedan actualizarse y lograr la certificación de idoneidad. Y esto, que al principio parecía una debilidad, se va a transformar en una fortaleza. Porque a la experiencia y compromiso del consejero de la Mutual, le sumamos  profesionalismo. Y esto redundará en beneficio a la hora de tomar decisiones”.

También se le preguntó a Furrer sobre el uso del software, que precisamente FEMUCOR ya puso a disposición de sus federadas y sobre los usos y costumbres muy generalizadas en el interior: “El software y el programador tienen un rol fundamental. Cada mutual y cooperativa tiene su propia estructura con su propio nivel de tecnología, y ahora deberán adecuar sus procedimientos internos. Pero además, hay mucha gente acostumbrada a extraer dinero del cajero automático e ir luego al supermercado a comprar con efectivo y no con débito. La nueva resolución apunta a restringir el movimiento de efectivo, lo cual parecería ir en contra de la idiosincrasia de muchos asociados, que posiblemente se muestren disconformes; pero la tendencia a la bancarización no es algo nuevo, y habrá que acomodarse a los tiempos actuales.

“En lo personal, celebro todo lo que dé certeza y seguridad a la prestación del servicio de ayuda económica, eliminando la informalidad, en defensa del sector y no de quienes utilizan estas estructuras para beneficios propios”.

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