El Grupo Mutual y Cooperativo GESTA de Villa María, ha reorganizado todo su potencial para sostener sin mayores alteraciones la prestación de sus servicios.

Son más de diez las entidades que componen el mega grupo asociativo; pero salud, farmacia, proveeduría de alimentos y comunicación, son los cuatro principales núcleos que debieron adaptarse desde su fase operativa en el actual escenario de pandemia y aislamiento social, sin resentir los servicios entre sus asociados.

El presidente de la institución, Miguel Olaviaga, aseveró que la provisión de medicamentos, a través de la Mutual Oñativia, se está efectuando con total normalidad. Los servicios comunicacionales de televisión y provisión de banda ancha en Villa María, también se están prestando sin restricciones, aunque con un reordenamiento del personal, según las recomendaciones sugeridas por el Ente Nacional de Comunicación (ENACOM), y potenciando el teletrabajo desde los hogares de muchos empleados, que siguen receptando requerimientos por parte de los usuarios.

En lo que hace al servicio de salud, Olaviaga anunció que “Hemos producido modificaciones en las cirugías y pedidos de internación programadas con anticipación, a fin de dejar liberados tanto quirófanos como camas, poniendo de esta manera la infraestructura al servicio de una eventual necesidad vinculada a la pandemia”. El Grupo Gesta tiene varios centros propios de atención primaria y una amplia red de prestadores en todo el territorio provincial. Para todos los casos, y tratando de evitar la concentración de gente en las salas de espera, se ha fomentado el uso de las consultas telefónicas por línea o por vía de WhatsApp. En este sentido, el dirigente villamariense explicó: “Creo que la situación está preanunciando una nueva forma de vínculo entre el paciente, el profesional y la organización. En el futuro habrá cambios, el hacinamiento en la espera de la consulta, las demoras en los informes de laboratorios, se va a ir modificando partir de las enseñanzas que nos deja esta crisis sanitaria. El uso dela telemedicina que estamos aplicando en este momento es un claro ejemplo del buen uso que le podemos dar a herramientas que ya tenemos y que hasta ahora no se utilizaban. La pandemia nos está obligando a crear nuevos procesos, que, con el tiempo, va a dejar instalados nuevos hábitos”.

En cuanto a las proveedurías del grupo asociativo, de tres bocas que hay en la ciudad cabecera del departamento San Martín, momentáneamente se cerró una, a efectos de cumplir con las rotaciones de personal y asegurar todas las protecciones para el trabajador. Miguel Olaviaga asegura que las compras se hacen con total normalidad: “Hay que reconocer que el asociado también estuvo a la altura de los acontecimientos. Desde un primer momento la idea era que se autolimitaran a la compra sólo de lo necesario, para evitar una oleada de consumo que podrían haber vaciado las góndolas; pero eso no sucedió porque todos actuaron responsablemente”.

No hay problemas de abastecimiento de mercaderías ni tampoco alteraciones en los precios, situaciones que Olaviaga atribuye al funcionamiento del sistema de Economía Solidaria: “Nosotros nos proveemos mayoritariamente de la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, que abastece a más de dos millones de personas a través de la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo. Además, contamos con el sistema Primer Precio, que hoy se ha convertido en una herramienta importante porque regula racionalmente el precio de casi mil productos. En circuitos como este, no puede haber especulación de ningún tipo. También hay que tener en cuenta que los márgenes que se le recarga son absolutamente diferentes a los de la economía lucrativa; sólo la Economía Social puede aplicar este método de comercialización. El sistema de asociativismo que usamos las organizaciones, se anticipa a todas las calamidades que genera el libre mercado”.

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