La Mutual del Hospital Italiano tiene como eje central el servicio de provisión de medicamentos a través de sus cinco farmacias propias. Abastece a casi 50 mil personas entre asociados directos y otros mediante convenios con entidades de capital e interior.

Si bien el servicio es considerado esencial, y los locales mantienen sus puertas abiertas, el aislamiento social obligatorio ha provocado una retracción en el consumo de productos medicinales que entregan las farmacias de la entidad.

Luis Gisbert, asesor de la mutual, explica que “por un lado, las restricciones a la circulación, hacen que la gente acuda más a la farmacia del barrio, la de mayor cercanía a su domicilio, y evita trasladarse a los puntos donde están ubicadas nuestra farmacias. Además, también ocurre que clínicas y sanatorios han suspendido todas las consultas programadas, entonces muchos pacientes no tienen la receta para sus medicamentos. Aun así, en la última semana, cuando se ampliaron las exenciones a algunas actividades, se observa una mayor circulación y advertimos un leve incremento de la concurrencia a nuestros locales”.

Por otra parte, el dirigente manifiesta una preocupación muy puntual que involucra a la mayoría de los asociados –mayores de edad-, y está referida a la vacuna antigripal: “Durante 2019 se vacunó muy poca gente, a tal punto que las droguerías tuvieron que desechar una importante cantidad de dosis. Como los pedidos de vacuna se hacen en diciembre, y considerando lo sucedido el año pasado, se pidieron cantidades menores para cubrir la demanda en este 2020. Les sucedió a todos; en el caso nuestro, hicimos un pedido de 500 dosis que todavía, entrado el mes de abril, no llegaron. Con los riesgos actuales del coronavirus, creemos que muchas personas que antes no se vacunaban, ahora sí lo hagan, desbordando nuestra previsiones”.

Precisamente, el PAMI debió suspender el calendario de vacunación antigripal, dado que en una semana se agotaron las dosis. Se estima que entre el 15 y el 20 de abril llegarán al país las nuevas partidas para dotar tanto al sistema público como privado.

Otro de los efectos del aislamiento señalado por Gisbert, es que la Mutual del Hospital Italiano presta el servicio de óptica, y como no está considerado un servicio esencial, muchas personas que habían encargado sus lentes recetados, no pudieron retirarlos de los locales aunque ya estén disponibles.

Habrá que esperar si para la semana próxima se amplían las actividades que pueden ser retomadas y si progresivamente se produce una mayor circulación por la vía pública, lo que permitiría retomar paulatinamente el movimiento habitual del servicio de farmacia y óptica.

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