Rogerio Dalló, Secretario General de la Confederación Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores

El brasileño Rogerio Dalló, Secretario General de COLACOT, puso su mirada sobre la oportunidad de las organizaciones de la Economía Solidaria en el marco de la pandemia y sus efectos. En una entrevista concedida a Prensa Con Opinón, marcó un contraste entre las acciones en Argentina y las falencias detectadas en el movimiento en el resto de América Latina y en Brasil en particular. Valoró como innovadoras las experiencias de las entidades argentinas, a las que consideró que deberían ser la forma de trabajar en las organizaciones de la región.

“La pandemia resulta un escenario favorable para nuestro proyecto –comienza Dalló-. Hasta los ultra liberales hablan de la importancia de una economía de corto plazo, con una producción más local, con circuitos más cercanos. El aislamiento social implica relaciones más cercanas, es  lo que siempre hemos dicho y lo que nunca nadie nos creyó.

“Ahora es el momento, pero vemos que nos faltan instrumentos sobre el cómo hacerlo. En general, en América Latina estamos viendo que cada institución está implementando las acciones que les resultan posibles, pero parece que no está tan claro, o no están tan consolidados cuáles son los instrumentos que debemos usar para hacer lo que tenemos que hacer.

“Por ejemplo, cuando hablamos de que hay que abastecer la canasta familiar con productos básicos, nuestras organizaciones se encuentran con falta de capacidad logística para hacerlo. Una capacidad que sí tienen las empresas lucrativas para llegar a la gente con sus productos provenientes del monocultivo agroexportador, en detrimento de los productores de menor escala que practican la agricultura familiar que tiene mucha más variedad. Otro ejemplo de lo que he observado, es que en Brasil hay sindicatos que si bien se sensibilizan y colaboran con los sectores más necesitados, los alimentos los compran en Carrefour en vez de hacerlo en las economías de base.

“Nuestro proyecto que ha sido pregonado durante tantos años, hoy aparece con falencias de claridad. Es como que nuestro movimiento no ha hecho sus redes internas para fortalecerse y hacerle el juego a nuestro propio proyecto. Si tuviésemos claridad sobre lo que es el consumo y la producción asociada, podríamos romper con el proceso de la economía de mercado”.

El caso de las entidades argentinas.

“Mientras en líneas generales en la región, el mercado aprovecha la pandemia para fortalecer su estrategia, en Argentina las mutuales están viviendo una experiencia que debería ser natural para el resto de las organizaciones en Latinoamérica; eso debería ser lo nuestro. Un gran ejemplo del sistema de Economía Solidaria argentino, fue la decisión adelantada de CAM, al crear un fondo para fondear la cosecha de uva de los productores asociados a FECOVITA. Ese fue un proceso genuino que es el que deberíamos tener nosotros. Es una buena forma de escapar a las trampas del sistema”.

ESCRIBANOS UNA RESPUESTA

Por favor escriba su comentario
Por favor ingrese su nombre acá