Hay pocos sectores que no hayan sido alcanzados por los impactos recesivos que en materia económica y social, impone la emergencia sanitaria global. La educación privada también se encuentra en un escenario complejo y con dificultades.
Dentro del ámbito privado están las escuelas creadas y gestionadas por entidades mutuales, que por supuesto también han sido alcanzadas por las restricciones, aún en localidades del interior provincial en donde la flexibilización de actividades es mucho más amplia. Pero el servicio educativo, de cualquier ámbito, no tiene ningún indicio de cuándo podrá reabrir sus aulas.
El Grupo Almafuerte de Las Varillas es una de las mutuales que hace la prestación a través de su propio establecimiento en los niveles inicial, primario y jardín maternal. Allí trabajan alrededor de 30 personas entre docentes y auxiliares, todas en relación laboral directa con la entidad. Como en todas las escuelas del país, los educadores continúan cumpliendo la tarea cotidiana a través de las clases a distancia. Pero el cobro de las cuotas se ha resentido sensiblemente, registrando atrasos que rondan un 40% del total de matriculados.
La mutual obtuvo un ATP en abril, con lo que sirvió para abonar el 50% de los salarios docentes del mes de marzo. En mayo, ya la entidad no estaba dentro de los parámetros establecidos para solicitar la renovación del beneficio, por lo que comenzó a absorber la totalidad de los sueldos del mes de abril, y a prepararse para hacer frente a los meses siguientes. La situación es observada con preocupación en el Grupo Almafuerte, porque el plantel docente continúa con su labor, pero la cobrabilidad de cuotas está muy resentida.
Otro caso testigo en la provincia, es el Colegio Hispano Argentino, institución de nivel medio de la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Río Cuarto. En este establecimiento, el índice de morosidad trepa al 60%. Con una población estudiantil de más de 300 alumnos, buena parte del plantel docente percibe sueldos subsidiados por la provincia. Pero la entidad mutual se hace cargo de once salarios más, entre preceptores, personal administrativo, auxiliares y docentes de asignaturas extracurriculares. Este grupo de trabajadores está percibiendo sus haberes en dos cuotas dentro del mes correspondiente. La presidenta de la Sociedad Española, Silvina Urquiza, resaltó que no sólo se debe afrontar la masa salarial, sino todos los demás costos que demanda una institución de enseñanza, como los servicios, ART, seguros, etc. La dirigenta también anticipó que se está evaluando en el seno de la Comisión Directiva, la elaboración de una comunicación oficial de la mutual, convocando a los padres de los alumnos para receptar propuestas de pago de las cuotas adeudadas y de los meses subsiguientes. Esta entidad inició los trámites para obtener el beneficio de los ATP para los meses de marzo y abril, aunque aún no se emitió resolución.
Otra mirada, no financiera, sobre los efectos de la cuarentena en las escuelas, es la que se observa en la Escuela La Semilla, de la Asociación Mutual Hermes, en la ciudad de La Falda. La institución tiene la modalidad de gestión social, por lo que las autoridades y docentes, sin desmedro de la problemática económica global, se enfocaron en la necesidad de continuar en el hogar con los objetivos de este sistema educativo. Por eso, el contacto diario con los alumnos y familiares, es para fortalecer el concepto de que las consignas son sugerencias o propuestas que demandan una mínima organización, sin alterar los hábitos familiares. La escuela hace partícipes a los padres para la observación sobre el ritmo de cada niña o niño, según sus requerimientos, intereses y posibilidades.