EL VALOR DE LA EDUCACIÓN

Aún con las restricciones derivadas de la emergencia sanitaria, la Diplomatura en Administración Mutual siguió su curso durante otro año más, con una alta matrícula.

En este sentido, el docente y consultor Alberto Chichilnitzky, reflexiona sobre la necesidad de adquirir herramientas de conocimiento por parte de los dirigentes del sector mutual, sobre todo considerando los nuevos escenarios por venir.  

Escribe Alberto Chichilnitzky (*)

Estamos cerrando el año y en general es ésta una  época de balances, de evaluaciones de lo que hemos hecho o dejado de hacer en estos meses del año que está a punto de finalizar.

En lo personal ha sido afortunadamente un año de mucho trabajo y, pandemia mediante, un año en que he tenido mucha dedicación a la capacitación, especialmente en el sector mutualista.

Como ustedes saben he sido distinguido por la CAM para integrar su plantel de docentes en las distintas diplomaturas que se han llevado a cabo en Córdoba, Santa Fe, CABA, Rosario y más recientemente en Mar del Plata, donde hemos tomado contacto con gerentes generales, gerentes de área, responsables de sector, consejeros, entre otros.

Siempre se habla del valor de la educación y, en tal sentido, quiero compartir con ustedes un párrafo extraído del libro Capital e Ideología de Thomas Piketty (Editorial Paidos, 2019) referidos a este sensible tema. Dice Piketty en relación a la formación que “Si Estados Unidos era más productivo y se desarrolló más rápidamente que Europa en el Siglo XIX y a comienzos del Siglo XX no fue porque los derechos de propiedad estuvieran mejor protegidos allí o porque los impuestos fueran más bajos: los impuestos eran muy bajos en todas partes, y en ningún otro lugar estaban mejor protegidos los derechos de propiedad que en Francia, el Reino Unido y Europa. La clave es que Estados Unidos estaba entonces más de medio siglo por delante de Europa en cuanto a la matriculación universal en la enseñanza primaria y secundaria” (pág. 653).

Dejamos aquí la cita literal e invitamos a las y los lectores/as a consultar este texto para profundizar sobre la característica estratégica de la educación y la formación profesional en la evolución de un país y fundamentalmente en sus niveles de productividad.

¿Por qué traemos este tema? Porque el año próximo muchas entidades mutualistas renovarán autoridades y consiguientemente deberán cumplir con lo pautado en la Resolución 2359/2019 del INAES que en su Artículo 12 Inciso f), exige que el “Presidente, Secretario y Tesorero, deberán acreditar antecedentes sobre la responsabilidad, idoneidad y experiencia para administrar la prestación del servicio de ayuda económica, como así también  en materia de prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo” lo que puede acreditarse con constancias de actuación laboral o “que certifiquen capacitación sobre el mencionado servicio en mutuales, del servicio de crédito en cooperativas emitidas por este Instituto, Universidades Públicas o Privadas, Centros de Estudios con especialización en la materia, entidades de segundo o tercer grado en tanto ellas hayan sido dictadas por especialistas”.

Como los comentaba más arriba, en este año hemos iniciado la Diplomatura de Mar del Plata en forma totalmente virtual, lo que fue posible por el convenio firmado por la CAM con este centro de estudios, donde contamos con… ¡100 asistentes de todo el país! Esto nos llena de felicidad por la tarea desarrollada a todos los que de una u otra manera participamos de la misma. Sin embargo esto se empaña a la luz de los comentarios formulados por asistentes de todas las sedes cuando nos decían “el encuadre de la Diplomatura es buenísimo, tendrían que venir más los consejeros a escucharlos a ustedes y tener de primera mano el conocimiento de las herramientas que nos están transfiriendo”.

Efectivamente, hemos tenido una gran diversidad entre los roles y niveles jerárquicos de los asistentes pero con poca presencia de los Consejeros. Y aquí volvemos entonces a la importancia estratégica de la capacitación, máxime en los tiempos que estamos viviendo y en los que están por venir, signados por cambios profundos en la estructura productiva mundial a tal punto que de pensar que la deslocalización de la producción hacia otros países cercanos o lejanos, que fue hasta hace poco el gran paradigma del capitalismo de nuestros tiempos, pasamos a revalorizar la producción local especialmente en bienes que pueden tornarse críticos… como las jeringas por ejemplo.

Así las cosas, no podemos seguir pensando que si nos fue bien de una manera durante una X cantidad de años, con seguridad nos seguirá yendo bien. Es fundamental entonces reforzar la capacitación apropiándose de las herramientas de gestión que brindan los estándares internacionales, de modo tal de potenciar fortalezas tales como la presencia en el territorio complementándola con la técnica que utilizan las empresas en el mundo para planificar y gestionar sus actividades, ya sean éstas productivas o de servicios.

(*) Docente en la Diplomatura en Administración Financiera para Mutuales. Capacitador, auditor, asesor de entidades financieras y miembro de la Comisión Técnica de Financiamiento del INAES.

 

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