El Grupo de Empresas Sociales de Trabajo Asociado resulta una de las expresiones más acabadas de organizaciones de la economía solidaria. Agrupa a más de diez entidades colectivas prestadoras de múltiples servicios, y ha conmemorado los doce años de su constitución.
Lo que empezó como una modesta institución mutual, se terminó convirtiendo en un mega espacio de prestaciones con base netamente asociativa, luego de pasar por la creación y articulación de entidades productivas y de servicios, que ya excede el ámbito de su ciudad de origen, Villa María.
Uno de los fundadores y hoy presidente del Grupo, Miguel Olaviaga, trazó una semblanza desde los inicios de este colectivo.
“El primer eslabón empezó su camino el 9 de septiembre de 1981 –evoca el dirigente-. Aun estábamos sumidos en la dictadura, pero ya con alguna flexibilidad respecto a la rigidez sobre la suspensión de actividades sindicales, políticas y sociales. Todos nosotros veníamos de la militancia como empleados de comercio, del ostracismo por la cárcel o el despido. De modo que al reencontrarnos decidimos buscar un instrumento que nos permitiera reinsertarnos y recuperar los servicios sociales. Fue como una resistencia al orden establecido. La primera propuesta que analizamos giró en torno a la figura mutual, que se materializó con la constitución de la Asociación Mutual Mercantil Argentina.
“En ese tiempo las mutuales no se llevaban bien con las organizaciones sindicales y obras sociales; transitaban caminos paralelos que nunca se juntaban. Nosotros mismos, cuando militábamos en el sindicalismo, teníamos cierto prejuicio hacia el sector mutual y cooperativo. Luego, felizmente cambiamos la percepción y nos dimos cuenta que existía una asociación en muchos aspectos y finalidades entre organizaciones de distinto tipo.
“A medida que crecía el padrón de asociados a la mutual, nos llevó a pensar en nuevas propuestas de servicios. Así planteamos una organización para la investigación de la economía social, para cuestiones educativas, farmacia y luego otras prestaciones. Las entidades crecieron, y en un momento empezó a tener tal volumen que se producían algunas dificultades operativas.
“Se inició entonces un debate en torno a ese crecimiento. Y dijimos que teníamos que aprender a trabajar con todas las formas jurídicas que nos permitiera el desarrollo de la demanda de servicios. Y así surgió una fundación, una mutual para farmacia, otra para prestaciones médicas. Cada entidad tenía su autarquía, jurídica y financiera. Pero empezamos a armar un esquema con pautas similares. Y finalmente concluimos en que alguien debía coordinar todo; así nace GESTA, una nueva organización, que no actúa económicamente ni presta servicios. El consejo directivo lo integran todas las organizaciones, son los presidentes de cada una de las entidades. Es el ámbito donde se concuerda y se consensuan las pautas comunes, se capacita a todas las entidades, se evalúan los controles de calidad. La misma mutual originaria del grupo es la que otorga crédito a las otras entidades para el desarrollo de proyectos”.
Alrededor de todo el grupo circulan más de 50 mil personas beneficiarias de las distintas instituciones que lo componen, utilizando la diversidad de prestaciones. Desde aquélla mutual para empleados de comercio, hoy GESTA involucra a una obra social; institución educativa; cooperativas de provisión de servicios de telecomunicaciones, de servicios para el tercer sector y pymes, y otra de consumo; sindicato de trabajadores de comercio y servicios de Villa María y zona; una asociación para actividades deportivas y recreativas; fundación para la investigación de la economía solidaria; mutual de farmacias; y la Mutual Maradona, con prestaciones médicas ambulatorias en siete localidades, incluida Córdoba Capital.
