El aporte crediticio mutual destinado a pequeñas y medianas empresas, apareció como una modalidad extendida del servicio de ayuda económica tradicional.

Mientras la prestación sigue siendo un sostén para muchos individuos mutualizados, que mediante un trámite rápido y directo solicitan para la adquisición de bienes o para apuntalar su economía doméstica, en los últimos años ese servicio se orientó también hacia el segmento productivo y de servicios.

Así como desde el Estado a través del INAES, se dio impulso a la creación de fondos para que mutuales financien sectores productivos -como fue el caso de FECOVITA y Manfrey-, hay entidades del interior profundo que abrieron líneas crediticias para que pequeñas y medianas empresas, comerciantes y profesionales, tengan acceso a la compra de insumos, equipamiento, maquinarias y herramientas que les permita sostener, mejorar o aumentar la capacidad productiva y laboral.

La Mutual de las Comunidades con sede central en la localidad de General Deheza, al sur de la provincia de Córdoba, es una de las entidades del sector que implementó esta modalidad, asistiendo financieramente a quienes necesitan mejorar las condiciones de su trabajo.

Algunos de esos asociados aportaron gentilmente su experiencia en la obtención de una ayuda económica. Se tomaron dos testimonios que, en su libre expresión, coincidieron en una inevitable comparación con las líneas crediticias de bancos.

Rafael Bianciotto. Empresa metalúrgica familiar.

“Para agregar servicios a nuestros clientes necesitábamos comprar herramientas. En los bancos hay muchas exigencias burocráticas, todo es muy lento. En cambio en la mutual hay una relación más directa, más personal, y ellos se encargan de facilitarme las cosas. El último crédito nos lo dieron a los cinco días de haber hecho la consulta.

“Sacamos una ayuda económica porque es muchísimo más accesible que cualquier banco y una rápida gestión.

“Con préstamos de la mutual ya hemos comprado una guillotina, un pantógrafo, soldadora y fresadora y así mejoramos y ampliamos nuestro trabajo.

“Por supuesto vamos a seguir acudiendo a la mutual. De hecho ya hemos hablado para obtener otro crédito inmediatamente después de cancelar el actual”.

Ariel Tonelli . Pyme gráfica y servicios de parquización en Arroyo Cabral.

“Cuando uno va a un banco hay una burocracia y una extensión en los tiempos para su aprobación que obliga a estar pendiente del trámite, hacerle un seguimiento día a día. En cambio desde la mutual hay una disposición para que el crédito salga y que sea rápido, con una atención personalizada.

“Es más, cuando tenemos que comprar maquinaria, es la misma mutual la que se pone en contacto con el proveedor, y entre ellos acuerdan las condiciones de compra e inmediatamente le hacen la transferencia. O sea que facilitan todo el proceso y eso creo que tiene que ver con la confianza.

“Para una Pyme hoy es inviable la tasa de un banco, porque aunque en algunos casos parezca menor, hay que incluir el paquete de servicios que viene con el crédito y eso es costo. Cuando uno suma, se encuentra con que el costo del crédito es mayor a la que se dice. En cambio con la mutual pactamos tasa fija y no hay sorpresas; todo el sistema es muy claro.

“Incluso si por alguna eventualidad debemos retrasar el pago de una cuota, no ponen ningún inconveniente, nunca hay una intimación. Realmente el factor humano para atender al asociado es para resaltarlo.

“Nosotros trabajamos con dos bancos, pero al momento de necesitar un apoyo financiero para capital de trabajo, primero acudimos a la mutual”.

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