Incrementos en los costos, crecimiento de la demanda y nuevas patologías, colocan al subsistema de mutuales y cooperativas con prestaciones sanitarias en el borde del precipicio financiero.

Las entidades con servicio de farmacia, son otras que enfrentan enormes dificultades debido a los fenomenales aumentos en los precios de medicamentos. Un reciente informe de la Unión Argentina de Salud exhibe incrementos de hasta el 1.229% interanual en productos utilizados en salas de terapia intensiva, por parte de laboratorios que ni siquiera se ruborizan al momento de cobrar. Como está visto, si algunos pensaron que la sola aparición de esta calamidad global iba a contribuir a un nuevo humanismo, está claro que sólo fue una ilusión.

La Mutual Federada con sede en Rosario, pero de amplia expansión territorial, mantiene un caso testigo con una asociada que padece de atrofia muscular espinal. Existe un medicamento –Spinraza- cuya aplicación configura un tratamiento paliativo ante la enfermedad, con un costo anual que inicialmente fue de 700 mil dólares. Mientras la entidad proveyó el producto, se iniciaron gestiones para que el Estado nacional tome intervención y por esa vía se consiguió la adquisición de la medicina a 45 mil dólares. Casi en paralelo un laboratorio ofrece otro medicamento que asegura ser curativo en 2 millones de dólares.

El presidente de Federada, Juan Pivetta se pregunta con razón “¿por qué un laboratorio bajó el precio de 700 a 45 mil dólares y aun así mantiene márgenes de rentabilidad? ¿Cuánto vale realmente un producto medicinal?”

El dirigente pone sobre la mesa un tema recurrente: “Tenemos costos por insumos liberados, pero precios por servicios controlados”. La salud mutual y cooperativa está comprendida dentro de las empresas de medicina prepaga, y por lo tanto con aumentos de cuota por asociado fijados por el Estado.

El planteo se hace extensivo a la prestación de prácticas médicas. Pivetta observa que “la tasa de uso está volviendo a cierta normalidad. La demanda de servicios durante 2020 estuvo contenida; la gente eligió diferir sus tratamientos o visitas médicas de rutina evitando la circulación. Pero desde este año, están volviendo a los centros de salud para atenderse en sus cronicidades pre pandemia. Y a esto, hay que sumarle la aparición de nuevas patologías, que son secuelas de COVID. Entonces si tenemos precios de medicamentos, restablecimiento de niveles de demanda, y consecuencias del coronavirus como agravamiento de enfermedades crónicas o nuevas enfermedades, sin duda que las entidades estamos en serios problemas. Algunas quizás deban reducir la calidad de sus prestaciones”.

El titular de Federada afirma que “si las entidades de salud no quebraron hasta ahora, es porque el sistema mutual es virtuoso, y admite que permanentemente pensemos en la expansión y ampliación de otros servicios que nos permitan derivar recursos al servicio de salud”.

En el transcurso de la semana pasada, el presidente del INAES, Alexandre Roig, mantuvo una reunión con representantes del sector agrupados en la Federación Argentina de Mutuales de Salud. Durante el encuentro, el funcionario dejó abierta la posibilidad de presentar proyectos y propuestas con datos específicos que surjan desde la realidad detectada por las organizaciones.

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