El último informe publicado por el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) sobre la evolución en los precios de alimentos de la canasta básica, arrojó cifras dispares entre los locales de venta de la Economía Social, Solidaria y Popular (ESSyP) y los supermercados del sector comercial lucrativo.

El análisis presenta una cuantificación sobre 40 productos de similares características en góndolas de locales tradicionales y de aquéllos que pertenecen a organizaciones asociativas, durante los meses de noviembre y diciembre de 2021.

Del informe se desprende que la adquisición de los 40 productos de la canasta básica alimentaria en supermercados, demandó en noviembre $ 8.085 y en diciembre $ 7.644; mientras que en los locales de la ESSyP, para la misma compra, se necesitaron $ 7.313 en noviembre y $ 7.054 en diciembre.

Estos valores reflejan los términos globales del relevamiento; sin embargo, en algunos rubros, los precios de los espacios de la economía social estuvieron muy por encima de los negocios lucrativos.

Sólo en el mes de diciembre, los rubros aceites y grasas, bebidas alcohólicas, cereales, legumbres, frutas y verduras, costaron en góndolas de la ESSyP $ 4.719. En tanto que los mismos artículos en supermercados tradicionales costaron  $ 2.837.

El equilibrio se logró en las categorías azúcar y dulces, carnes, huevos, lácteos y otros alimentos, que al comprarlos en los ámbitos de la ESSyP se requirieron $ 2.335, mientras que en el resto de los comercios hubo que pagar por los mismo productos $ 4.807.

El documento del CESO, asegura que aun con estas diferencias de precios en los últimos meses, haciendo un resumen anual, se concluye en que los espacios ESSyP siguen siendo más convenientes que los del sector lucrativo tradicional.

Textualmente explican: “Queda a la vista que si bien por momentos y en rubros puntuales los precios de las comercializadoras son más elevados que en los supermercados, a largo plazo queda demostrado que la evolución de sus precios se da de manera más sostenida y se traduce en ahorro al momento de comprar en estos espacios.

“Resulta central entender que hablamos de experiencias que están ofreciendo productos de cooperativas, emprendimientos familiares y asociativos y en su mayoría agroecológicos. Lo antes mencionado requiere en muchas ocasiones un esfuerzo de logística y asistencia al productor que un supermercado no realiza. En este contexto es preciso reforzar las políticas para este sector”.

ESCRIBANOS UNA RESPUESTA

Por favor escriba su comentario
Por favor ingrese su nombre acá