La Asociación Mutual Santa Rita dio inicio al tercer ciclo del proyecto Huerta y Amistad Social, instalado en escuelas públicas de la periferia de la ciudad de Córdoba.

La entidad asociativa aporta este servicio a la comunidad, con foco en la población escolar que asiste a establecimientos ubicados en conglomerados de barriadas vulnerables. Hoy el trabajo se despliega en tres escuelas de la Capital. Más de mil niños y cuarenta docentes por cada año están involucrados en el desarrollo de huertas, lo que significa un aporte pedagógico y didáctico de alta incidencia en lo cotidiano.

El desarrollo de huertas en las escuelas, es una iniciativa que, si bien la mutual trabajó en experiencias previas, comenzó a formalizar desde el año 2019, estableciendo alianzas con el  Ministerio de Educación de la Provincia y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba.

Matilde Chiavón y Raúl Carranza, dirigentes de Mutual Santa Rita e impulsores del proyecto educativo

La presidenta de la Mutual Santa Rita, Matilde Chiavón, explicó las motivaciones y todo lo generado a partir del desarrollo del proyecto: “El objetivo primario ha sido darle a los niños las herramientas para que puedan desarrollarse en sus aprendizajes desde lo vivencial, dado que la educación formal está focalizada en la síntesis del conocimiento.

El otro objetivo es recuperar la red social amigable, en este caso vinculando a niños y abuelos, porque entendemos que es un referente en la familia, el que dispone de más tiempo para pensar en ese núcleo”.

Ante la consulta sobre el por qué una mutual debería involucrarse en una actividad que sobrepasa las funciones propias de una entidad de estas característica, Matilde Chiavón asegura que “Está en el corazón de nuestra institución hacer las cosas que pueden ser buenas para la sociedad en su conjunto. Y con este proyecto, los resultados son elocuentes. Es notable observar cómo empieza a mejorar la vinculación entre ellos, cómo se acompañan, y hasta se produce un mejoramiento en el nivel de aprendizaje. Este proyecto, que ya superó ampliamente nuestras expectativas, abre un camino de diálogo, contención y acompañamiento”.

Para llevar a cabo la actividad durante todo el año lectivo, la Facultad de Ciencias Agropecuarias apoya con estudiantes avanzados que asisten a los establecimientos aportando los conocimientos en el armado de una huerta, sus cuidados y seguimiento. La mutual, además de generar la propuesta y gestionar la intervención de las partes, se hace cargo de todos los costos que se necesitan para viáticos, logística, insumos y costos para la adecuación de los terrenos donde se instalan las huertas, en espacios comunes a cielo abierto de los establecimientos educativos.

Alentados por los resultados, los dirigentes de la mutual aspiran a nuevos objetivos para consolidar el proyecto y expandirlo. De este modo, se han fijado metas no menores, como la incorporación de un Ingeniero Agrónomo permanente en las escuelas, para garantizar la asistencia  en el desarrollo de las huertas; generar cursos de capacitación con puntaje a docentes, promoviendo la aplicación de nuevos proyectos pedagógicos vinculados a esta actividad; incorporar más escuelas al programa Huerta y Amistad Social, y extender la invitación a otras organizaciones de la Economía Solidaria para que se sumen a este emprendimiento.

La experiencia de la Mutual Santa Rita, ha transitado en muy poco tiempo por un camino de no sólo buenos resultados, sino con alto impacto social. La comunidad educativa de esas tres escuelas ha registrado notables cambios en el proceso de aprendizaje, generando vínculos renovados y fortalecidos, entre sí mismos y hacia los demás.

ESCRIBANOS UNA RESPUESTA

Por favor escriba su comentario
Por favor ingrese su nombre acá