El ejido municipal de la localidad de La Granja, favorecida por la naturaleza de las Sierras Chicas de la provincia de Córdoba, comprende a otros asentamientos urbanos que incluyen a Villa Ani MI, Ascochinga, Los Molles y Vertientes de La Granja.
El área registra un crecimiento poblacional constante, en parte por la cercanía con la ciudad capital mediterránea y por las buenas vías de comunicación entre ambos distritos. El aumento de habitantes ha generado en poco tiempo la lógica demanda de servicios, no sólo públicos y de infraestructura, sino también en todo lo referente a los aspectos sociales.
El modelo asociativo de ayuda mutua para alcanzar cobertura a esas necesidades, no ha sido una herramienta que se haya desarrollado en la región serrana del noroeste de la provincia, y por eso, desde hace varios años, un grupo de vecinos comenzó a pensar y luego a transitar el camino para la conformación de una entidad que permita dar cobertura a la población en general, a la vez de aportar al desarrollo comunitario a partir de las inexploradas posibilidades que ofrece la zona.
Recientemente, el Directorio del INAES ha resuelto aprobar la solicitud de la Asociación Mutual Sierras Chicas, con lo que, desde ahora, la nueva institución inicia la tarea de captación de asociados y articulaciones para la prestación de servicios.
El presidente de la flamante institución, Hugo Acosta, hombre proveniente del mundo asociativo, dio algunos detalles del proceso de constitución y las intenciones a corto plazo que se ha trazado el grupo que compone la Comisión Directiva:
“Las pocas instituciones sociales con las que contamos en la zona no crecieron de la misma manera que el número de población, y el mutualismo prácticamente es inexistente en la zona. Por lo que decidimos afrontar el desafío de crear una mutual, acompañados por un grupo muy entusiasta de jóvenes.
“En primer lugar fue necesario explicar qué es el mutualismo, su doctrina, objetivos, posibilidades que brinda, etc., ya que para la inmensa mayoría una mutual era una obra social, sin comprender la diferencia con este tipo de organizaciones.
“Hicimos la asamblea constitutiva en el club del pueblo con una asistencia muy superior a la esperada, lo que duplicó nuestro entusiasmo. A partir de allí, seguimos todos los pasos administrativos requeridos y hoy, luego de un tiempo el INAES acaba de autorizar el funcionamiento de la mutual”.
La mutual tiene aprobados los reglamentos de educación; órdenes de compra; recreación y deportes; subsidios por casamiento, nacimiento y fallecimiento, mientras se sustancia el trámite para el servicio de turismo. Para la puesta en vigencia de estos proyectos, en lo inmediato se plantea la tarea de convenios con otras mutuales, “para que los asociados accedan a servicios que por nuestra cuenta no estaríamos en condiciones de brindar” –afirma Acosta-.
Respecto al impulso que se plantean desde la entidad hacia el intercambio turístico, el titular de la institución explica que esa actividad “es una de los que tendría mayor aplicación en nuestra zona, por contar con una amplia y atractiva oferta en alojamientos, paseos, gastronomía y esparcimiento. La idea es trabajar desde la mutual, en conjunto con todos los oferentes de turismo de nuestra zona. Sabemos también de las posibilidades que brindan en este rubro tanto FEMUCOR como CAM, permitiendo a las mutuales difundir sus propuestas y a eso lo pensamos aprovechar”.
