A finales del año 2017, el Gobierno Nacional de turno dio el primer paso para que, reforma tributaria mediante, las cooperativas y mutuales del país pierdan la exención sobre el Impuesto a las Ganancias. A partir de ese momento, se inició un debate profundo, no sólo entre los parlamentarios, sino también dentro del mismo movimiento de la Economía Solidaria.

Como todos saben, el intento resultó fallido, pero no condenado al fracaso. Al año siguiente, el Ejecutivo volvió a poner en la mira a las organizaciones del sector, a través de la incorporación de un artículo en el proyecto de Presupuesto que habilitaba gravar a las entidades con ese impuesto.

Por esos tiempos, el dirigente mutualista que más empeño puso en la gestión para dar vuelta esas pretensiones, se lamentaba que no existiesen datos e información sistematizada sobre los aportes de las instituciones en cada una de sus comunidades, y daba cuenta de por qué, en casos de avanzadas gubernamentales sobre el sector, era de vital necesidad exponer la acción y obras de mutuales y cooperativas. Empezaba a familiarizarse en el sector la palabra visibilidad.

La movilidad de la dirigencia se encolumnó detrás de sus máximos referentes y logró hacer caer todo intento por el pago de ganancias. En el medio, entraron a jugar otros actores inesperados para quienes toman decisiones en las políticas públicas. Nadie puede afirmarlo ni mucho menos tener certezas, pero el rol que cumplieron los medios de comunicación en esas tensas instancias, adquirió tal volumen que al menos obligó a legisladores y funcionarios a mirar hacia el sector y en algunos a repensar sus decisiones antes de emitir un dictamen. La mayoría confesó que ignoraba el trabajo y el impacto de cooperativas y mutuales sobre las poblaciones.

Aparte del tema Ganancias, muchas otras decisiones políticas atraviesan al sector asociativo. Ingresos Brutos, cierres de cuentas bancarias, salud, turismo, son temas que de manera directa o por efecto colateral, involucran a las organizaciones e interfieren sobre su vida institucional.

Los medios de prensa, tanto los especializados como los de información general, sabemos que nuestras publicaciones exponen al sector ante otros públicos que exceden al mismo núcleo de mutuales y cooperativas. La exteriorización de la acción de las entidades de economía social y solidaria, no sólo puede clarificar su naturaleza ante el público masivo y heterogéneo, sino que además puede tener incidencia en la generación de políticas públicas que impactan sobre el sector. De allí se desprende una necesidad y oportunidad esencial: hay que generar un vínculo entre las entidades y los medios de difusión. Creemos que son puentes hacia la sociedad en su conjunto, como instrumentos propicios.

En el Día del Periodista siempre nos preguntamos por qué hacemos este oficio. Sobre todo los que elegimos trabajar por un medio que se focalice en un segmento específico. La respuesta es la que da sentido a la labor: porque lo consideramos como misión, una herramienta para contribuir al crecimiento y desarrollo de un sistema de organización colectiva y autogestionada para satisfacer necesidades comunes.

La Economía Social y Solidaria necesita relacionarse con los medios. Y para eso estamos.

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