Escribe Alberto Chichilnitzky
En esta nota retomamos un tema al que periódicamente recurrimos: la situación del crédito en el sistema financiero y en el conjunto de los proveedores de crédito no financieros, en donde nos encontramos los integrantes de la Economía Social y Solidaria.
El BCRA publicó recientemente su Informe sobre Entidades Financieras con corte al 30/04/2022 donde el dato a tener muy en cuenta a la hora de gestionar las ayudas económicas está referido a la situación de la mora. De este informe hemos extraído el siguiente cuadro:
Cabe recordar que durante largos años (2010 – 2017), el sistema financiero presentó una mora que rondaba el 2 % de las financiaciones totales, valor que a enero de 2020 escaló al 7,26 %, y al corte que estamos analizando se sitúa en el 4,90 % lo cual ciertamente marca una recuperación de las carteras.
La composición de las carteras presenta la siguiente distribución por tipo de cartera abierta en consumo / vivienda (personas humanas), cartera comercial y cartera comercial asimilable a consumo (préstamos por debajo de un monto determinado cuya clasificación se efectúa por atraso):
También resulta interesante observar cómo es la situación de la mora según el segmento de las carteras con la misma apertura que el cuadro anterior, pero contemplando una serie más larga:
Ahora bien, tal como lo hemos mencionado en esta columna a principios de 2022, el sistema financiero argentino presta apenas el 9 % del Producto Interno Bruto, cifra que lo sitúa en los primeros puestos del ranking de los países que menos prestan. En otros términos, si bien el dato de la mora que apreciamos en sí y por sí es bueno, no debe perderse de vista que está predicado sobre la atención a un grupo selecto de empresas y de personas humanas con ingresos medio/altos y altos; en tanto que el resto de la población es atendido por los Proveedores No Financieros de Crédito.
¿Cómo estamos situadas las Mutuales y Cooperativas en este universo en la actualidad? Para responder a esta pregunta recurriremos al Informe de Proveedores No Financieros de Crédito (PNFC) publicado por el BCRA en agosto de este año en relación a valores relevados a diciembre de 2021.
En este informe podemos observar que los PNFC registrados en el BCRA alcanzó a 444 empresas en marzo 2022. También es de destacar que, dentro de las financiaciones totales, las asistencias por tarjetas de crédito no bancarias aumentaron 13% en términos reales en el mismo período, siendo las de mayor participación en el saldo total (55% a fines de 2021). El resto de las asistencias crecieron un 30% a valores constantes, explicadas principalmente por los préstamos personales.
Los PNFC asisten en su conjunto a 8,8 millones de personas en sus distintas modalidades de financiación, este dato seguramente es mayor dado que las entidades reguladas por el INAES que tienen por objeto la ayuda económica o los préstamos personales superan las 1.900 en todo el país en tanto que las entidades registradas en el BCRA superan ligeramente las 100.
Otro dato al que a mi criterio se le debe prestar atención es que al corte a diciembre 2022 el sector que más creció fue el de las Fintech, quienes tienen como mercado objeto a las personas humanas con ingresos medios bajos y bajos a los cuales les ofrece financiaciones de muy corto plazo a tasas que llegan a triplicar o cuadruplicar las utilizadas por las Mutuales, siendo que este tipo de compañías atacan un segmento de la población similar a las que asisten a asociados personas humanas con trabajo formal e informal. Avala esta situación el hecho de que el 72 % de estas compañías están radicadas en CABA pero por su forma de comercialización, tienen presencia en todo el territorio nacional.
Pasando al análisis de la composición de las financiaciones de los PNFC se nos presenta el siguiente panorama:
Tal como se puede apreciar, aún con la exigua cantidad de Entidades bajo la órbita del INAES registradas en el BCRA, nuestro sector tiene una buena participación en el conjunto de los PNFC.
Pasando al análisis de la mora, podemos ver en el informe que la cartera irregular descendió un 4 % desde el informe a junio 2022 y el promedio general de la mora en los PNFC se sitúa en el 13 %. El panorama completo se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Nuestro sector está situado en un rango medio con un 16 % de mora, muy cerca del promedio general que expusimos más arriba.
Finalmente, un dato saliente y no menor, es que las Mutuales y Cooperativas dentro del universo de los PNFC, son las que menor tasa cobran a sus clientes, hecho que se verifica desde marzo de 2020:
En conclusión, vemos un sistema financiero concentrado en personas y empresas que constituyen “sujetos de crédito” para el apetito al riesgo de las entidades financieras, un mercado de PNFC con oferta muy diversificada en el cual nuestro sector presenta una mora dentro del rango medio de los proveedores no financieros de crédito, con plazos de asistencia crediticia similares a los que ofertan los bancos y las tasas más bajas de este segmento del mercado.
En este complicado contexto en donde una gran parte de la población ve deteriorados sus ingresos a causa de la alta inflación, con mucha necesidad de contar con asistencias crediticias, con una amenaza silenciosa a veces, poco visible otras, pero muy presente e intensa como es la competencia de las fintech que, por así decirlo, “invaden” el territorio. En mi opinión las mutuales deben en este momento estar muy cerca de sus asociados, continuar con el otorgamiento de las ayudas económicas, pero con un alto grado de prudencia, de modo tal que podamos cumplir el objetivo para el cual fueron creadas las entidades y a la vez preservando el patrimonio que es, en definitiva, de todos los asociados.
