El acceso a la vivienda social es una de las prestaciones a las que más aspiran distintas organizaciones asociativas.

A la vez, cada vez son más las dificultades que deben afrontar las entidades para poder desarrollar un sistema que sea sustentable y a la vez accesible para el conjunto que representan, y eso abre una perspectiva de búsqueda de alianzas estratégicas para satisfacer en parte la demanda.

En esta línea, Cooperativa Horizonte viene desarrollando desde el año 1983 un sistema que permite a las familias una viabilidad hacia un lote y una casa propia. Con más de cuatro décadas de experiencia en el servicio, y concebida como institución sin fines de lucro, la entidad abre su sistema a otras organizaciones de la economía solidaria. La cooperativa especializada en viviendas, lleva entregadas más de 18 mil unidades habitacionales sobre predios urbanizados en Córdoba Capital y localidades del interior.

En el presente, mutuales, sindicatos y asociaciones profesionales están rubricando convenios interinstitucionales con la cooperativa Horizonte, lo que permite dar un servicio esencial a sus asociados o afiliados.

El presidente del Consejo de Administración de Horizonte, Carlos Moro, ofrece una mirada sobre este fenómeno de suscripción de convenios en estos términos: “La primera visión que tenemos es que, si bien algunas entidades están en condiciones de desarrollar planes de viviendas, se suelen encontrar con algunas dificultades propias del servicio. Por un lado, en el caso de la ciudad de Córdoba, hay muy pocos terrenos disponibles para hacer los emplazamientos; y luego, llevar adelante la infraestructura urbana y construcción de viviendas, son procesos que demandan mucho esfuerzo. Los sistemas para implementar planes de loteos y viviendas son muy complejos, y Horizonte ya adquirió una experiencia que permite resolver todo en menores tiempos; hemos podido armar una especie de matriz sobre esta materia. Además, por la dimensión que fue tomando nuestra cooperativa, podemos hacer compra de insumos y contratación de mano de obra a gran escala, abaratando los costos.

“Muchas organizaciones tienen el anhelo de brindar este servicio a sus afiliados y asociados, que pueden canalizarlo a través de un convenio interinstitucional, y satisfacer la necesidad de sus integrantes”.

Para el caso de las entidades que adhieren a las propuestas de la cooperativa, sus integrantes realizan aportes a un fondo común que es propio de la misma entidad; no se incorporan al fondo de los asociados directos de Horizonte. El volumen de la recaudación en cada entidad, es decir, en cada fondo, es lo que determina la cantidad de unidades adjudicadas.

Respecto al alto nivel de aceptación que tienen los planes de Horizonte, Carlos Moro argumenta que “nosotros desarrollamos viviendas sociales, porque no hay fines de lucro, no perseguimos una ganancia, es precisamente la naturaleza cooperativa. Trabajando al costo, podemos hacer viviendas accesibles para sectores, en su mayoría, asalariados o con ingresos medios y bajos”.

El dirigente también apeló a la posibilidad de extender el servicio a mayor número de personas y familias: “Sería importante explorar un tipo de convenios mixtos, con participación de los Estados municipales y provinciales, ya que hay muchas tierras fiscales ociosas, en algunos casos hay municipios que disponen de mano de obra propia, y muchas veces hay facilidades para desburocratizar algunas instancias en la etapa de desarrollo urbanístico. Esto daría más posibilidades para acercar un bien tan preciado como es la vivienda propia”.

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