Escribe Nahum Mirad (*)
Estuvimos en Maimará, Jujuy, en un rincón extremo del país, pero central de la Patria, rodeados de cerros que parecen custodiar la historia y el futuro de la Quebrada de Humahuaca. Aquí, en la sede de la Cooperativa Cauqueva, nos hemos reunido como parte de la Red de Alimentos, en un encuentro que promete marcar un hito en el cooperativismo alimentario de Argentina.
Desde el momento en que llegamos, sentimos la fuerza y la expectativa en el aire del salón de producción de la Cooperativa Cauqueva. Somos productores, integrantes de cooperativas, mutuales, sindicatos y organizaciones de todo el país, unidos por el compromiso de fortalecer un modelo que va más allá de la simple producción de alimentos. En este lugar, donde la tierra es dura y el agua escasa, la organización colectiva no es sólo una estrategia; es una necesidad vital para preservar nuestras tradiciones, mejorar nuestras condiciones de vida y enfrentar los desafíos ambientales y económicos.
Caminamos por la sede de Cauqueva, reconociendo el trabajo que aquí se realiza desde hace tiempo. Esta cooperativa, con más de 25 años de historia, aprendió a fusionar la sabiduría ancestral andina con la innovación, logrando productos que no solo mantienen viva la tradición, sino que también se adaptan a los mercados modernos. Inspira y conmueve ver cómo Cauqueva no solo fortalece a las familias campesinas de la región, sino que proyecta su influencia hacia todo el país, mostrando que otro modelo de producción y comercialización, además de imprescindible, es posible.
En la apertura, las presentaciones fueron dibujando una diversidad riquísima de experiencias y apuestas. Se analizó la historia y presente de la construcción en red y los “nodos problemáticos” a atender para consolidarla. Durante tres días, quienes llegamos desde todo el país, pusimos voces y afectos que se entrelazaron en una conversación en busca consolidar el sentido de una red solidaria capaz de sostener un modelo de país justo, inclusivo y libre.
El cooperativismo agroalimentario -reafirmamos una vez más- no se trata solo de producir alimentos. Es un acto de voluntad resistente en la construcción de un futuro más equitativo. En las alturas de los Andes, donde los vientos hacen rodar arbustos secos amalgamados con historias de luchas y sueños, nos damos cuenta de que la organización colectiva es clave para superar las adversidades y construir un modelo donde la solidaridad y la autogestión son los pilares fundamentales.
Este encuentro de la Red de Alimentos Cooperativos en Maimará nos brinda la oportunidad de consolidar este movimiento a nivel nacional. Aquí, donde la historia se entrelaza con el presente, sentimos que estamos construyendo mañanas.
(*) Docente e investigador UNVM – Integrante Cooperativa Alimentos para la Nueva Argentina – Dirección de Desarrollo Cooperativo- Ministerio de Cooperativas y Mutuales de Córdoba.