Así lo enfatizó Juan Pivetta, presidente de la Federación Argentina de Mutuales de Salud (FAMSA), al referirse al anuncio que hizo la Superintendencia de Servicios de Salud sobre la baja a entidades inscriptas en el Registro Nacional de Entidades de Medicina Prepaga (RNEMP).
A través de la Resolución 2438/2024, publicada en el Boletín Oficial el 11 de septiembre, la Superintendencia canceló la inscripción de 58 empresas, con y sin fines de lucro, entre ellas, más de 25 mutuales.
Al respecto, el titular de FAMSA aclaró algunos aspectos ante Prensa con Opinión, indicando que “esta resolución es parte de un proceso administrativo sobre entidades que nunca prestaron el servicio, o que ya dejaron de hacerlo”.
En mayo del año 2011 se sancionó la ley que da el marco normativo a empresas de medicina prepaga; con la reglamentación al año siguiente, organizaciones asociativas como mutuales, cooperativas y obras sociales que prestaban el servicio a adherentes voluntarios, debían inscribirse en el RNEMP. Muchas de ellas nunca concretaron la prestación, mientras que otras, con el trascurrir del tiempo, cesaron su actividad, aunque quedaron en el padrón.
Así lo explica Pivetta, remarcando que “no hay ninguna entidad que haya sido dada de baja por incumplimiento a las normativas vigentes; incluso varias de las que figuran en el listado publicado por la Superintendencia, habían solicitado ellas mismas su exclusión del Registro desde hace mucho tiempo, precisamente porque no estaban dando la prestación”.
En este sentido, FAMSA ya venía desplegando acciones de consulta, tal como lo indica su presidente: “Por un lado, nuestra federación cuenta con un servicio de asesoría permanente a disposición de las entidades de primer grado, con especial énfasis en las de menor infraestructura, para ayudarlas en el encuadramiento y al estricto cumplimiento de leyes y resoluciones sobre el servicio de salud. Por otra parte, desde que se publicó esta resolución de la SSS, canalizamos a través de la Confederación Argentina de Mutualidades un pedido a las federaciones de todas las provincias para que nos ayuden en la detección de entidades que se hayan visto afectadas o que puedan estarlo próximamente.
“FAMSA nunca va a convalidar el incumplimiento normativo, y hasta nos parece lógica una depuración en el registro, pero también creemos que deberían simplificarse algunos trámites, esencialmente para las mutuales con prestaciones más reducidas, como la gran mayoría de las que están en pequeñas localidades del interior de las provincias”.
Mientras tanto, las organizaciones mutuales y cooperativas que bridan el servicio de salud provenientes de la economía solidaria, siguen siendo equiparadas a las empresas de medicina prepaga que se rigen bajo las reglas del libre mercado, y que por su naturaleza persiguen un fin de lucro. El sector atiende necesidades en comunidades que no despiertan interés a empresas privadas no colectivas, porque la expectativa de rentabilidad es baja o casi nula.