Mutuales que prestan el servicio de farmacia observan con preocupación la caída en ventas de medicamentos por los altos costos, y las consecuencias alarmantes que pueden recaer sobre la salud pública.

Los descomunales aumentos que impusieron los grandes laboratorios nucleados en la poderosa Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (CILFA), impactaron de tal modo que los consumidores descartan la compra de algunos medicamentos por la simple razón de caída en el poder adquisitivo, pese a que generalmente son productos recetados para sostener tratamientos que garantizan su salud.

El segmento de jubilados y pensionados es el más afectado desde que el PAMI comenzó un camino de disminución drástica de sus prestaciones farmacéuticas, acortando la lista de medicamentos con descuentos, pasando otros a la condición de venta libre, y ahora profundizando la reducción de la cobertura y obligando a los usuarios a renovar su solicitud, dilatando en el tiempo la provisión.

Las farmacias mutuales no están exentas de esta realidad, a pesar de que este tipo de entidades registró una caída del 6% en las ventas, contra el 15% promedio en el resto de las farmacias comerciales.

A la preocupación por la situación en general, se suma la de estimación del valor de las cuotas o aranceles que pagan los asociados. Hay mutuales que tienen como servicio central la venta de medicamentos a la clase pasiva, ofreciendo, por ejemplo, cobertura 100%. Es decir, el socio mantiene el acceso total a los productos, y la mutual se hace cargo de la diferencia por lo que no cubre el PAMI. Al reducir y anular los descuentos que hacía la obra social de jubilados, la mutual debe incrementar los aportes para sostener la cobertura sin cambios. Son entidades que hacen prestaciones complementarias a las de obras sociales.

Desde el sector, están siguiendo muy atentamente el desarrollo de la situación. Estiman que a partir de enero deberán fijar el valor del servicio con un incremento que podría rondar el 50%. De ser así, el arancel para asociados llegaría a un número cercano a los 70 mil pesos mensuales. La cifra significaría un 20% del haber mínimo jubilatorio; pero, por otro lado, ese monto es el que debería abonar el usuario por la adquisición de un solo medicamento de primera marca.

Mutuales del sector que atienden estos servicios se mantienen en comunicación permanente, intercambiando experiencias y tratando de tomar posiciones y decisiones conjuntas.

ESCRIBANOS UNA RESPUESTA

Por favor escriba su comentario
Por favor ingrese su nombre acá