Desde la Legislatura de la provincia de Córdoba, comenzó a abordarse la problemática de la vivienda urbana, buscando la intervención del sector mutual y cooperativo como modelo que permita dar respuestas a la demanda.

En tal sentido se está dando forma a un proyecto de ley, que contempla como eje central la producción autogestionada del hábitat, y dar posibilidades a las familias cordobesas para acceder a la vivienda propia en condiciones accesibles.

El proyecto se presenta como alternativa para el sector de la clase media tradicional, cuya situación no le permite acceder a las propuestas del mercado desarrollista, y cuyos ingresos se ven afectados en gran medida por estar destinados al rubro alquileres.

Se estima que el déficit habitacional en Córdoba asciende a 300 mil unidades, y la mitad de esa demanda corresponde a segmentos de la población con cierta capacidad de ahorro, que les permitiría ingresar a planes específicos, pero no así a emprendimientos del sector privado lucrativo.

Los lineamientos generales de la propuesta legislativa contemplan la creación de un programa que cuente con un registro de organizaciones de la economía solidaria que desarrollen proyectos habitacionales, una mesa técnica interministerial, y un Consejo Provincial con integrantes del sector. También se intenta establecer mecanismos que agilicen los trámites a cumplimentar en las distintas etapas de los proyectos. La propuesta apunta a generar al menos 10 mil lotes con servicios en una primera etapa, con posibilidades de ampliación.

Matías Chamorro, impulsor de la iniciativa y titular de la Comisión de Economía Social en la Unicameral mediterránea, expresó que “se busca fortalecer un modelo alternativo al mercado y al Estado centralizado, basado en la organización comunitaria”.

Además, buscó diferenciarse ante la falta de políticas públicas nacionales en la materia, afirmando que “Mientras el gobierno nacional cierra áreas clave en vivienda y apuesta al libre mercado, desde Córdoba creemos en otro camino: más comunidad, más derechos, más vivienda. Nadie se salva solo. La vivienda es un derecho humano, y como tal, debemos garantizarlo también desde la comunidad organizada”.