Con el escenario de una crisis que se seguirá derramando sobre la sociedad, Prensa Con Opinión consultó la visión de dirigentes experimentados y posicionados en el sector, para que puedan expresar desde su óptica, el rol de las organizaciones de la Economía Social y Solidaria en este marco en el que se agudizan velozmente las inquietudes y necesidades de la gente.
En esta entrega, el titular del Grupo Gesta de Villa María, Miguel Olaviaga, considera que es urgente la acción de las entidades hacia los sectores que más sufrirán las consecuencias de las políticas públicas.
“En el marco de una crisis generalizada y que incluso trasciende la frontera de una país, hay un sistema en profunda contradicción. Si pensamos que la economía tiene que estar al servicio del hombre, tenemos que reivindicar una economía plural, una economía que tenga su equilibrio entre una acción reguladora del estado con intervención en áreas claves de la demanda social y por otra parte que haya responsabilidad social empresaria plena de parte de la actividad privada con una economía social que hacen las entidades que sea verdaderamente potente.
“Si es verdad que nosotros expresamos un 10 % del PBI, es probale que ese 10 % tienda a aumentar en estas condiciones. Hay algo antagónico, contradictorio: por un lado tenemos una crisis, y por otro lado tenemos una gran posibilidad. Esta posibilidad también es una demanda, un desafió que consiste en que tenemos que actuar con un perfil propio, de una economía de rasgo popular que encaje una interrelación para potenciarnos entre nosotros. A partir de ahora tenemos que promover convenios de intercambio, trabajar en consumo, en servicios que no solamente tienen que ser los financieros, tenemos que tener servicios de prestación directa allí donde más duele la crisis. Por lo tanto, si tuviese que hacer una consideración en ese sentido, lo primero que se me ocurre es que estamos frente a una dificultad casi terminal, desde el punto de vista sistémico, y una posibilidad extraordinaria de desarrollar las bondades de la economía social.
“Tenemos que acercarnos a los sectores vulnerables. La vulnerabilidad social es una deuda y que se tiene que hacer cargo de inmediato el estado, pero a través de acciones complementarias con la economía social, para acotar la intermediación, el aumento indebido, la acción monopólica, todos aquellos aspectos que dificultan que al propio destinatario se le apliquen apetencias rentísticas o de altos dividendos del intermediario.
“Yo creo que es necesario un gran acuerdo intra institucional entre las organizaciones de cualquier carácter jurídico y un acuerdo con el propio estado, para que la gota de agua no se vaya al mar. Si es que realmente hay una intención de morigerar en la sociedad el alto impacto que están teniendo estas políticas, es urgente hacer un acuerdo con las organizaciones sociales. Tenemos que accionar para amortiguar el impacto al ciudadano”.
