En tiempos en que se recalca sobre el aporte que hacen las organizaciones mutuales a la comunidad, además de la creación o mejora de servicios, además de las contribuciones monetarias a otras instituciones, hay un incentivo y fomento hacia actividades que aparecen como inmateriales, pero que ocupan un espacio vital en la vida de las personas. Hablamos de la recreación, la cultura, el arte, el espectáculo, la formación. Son áreas que también atraviesan el desarrollo y la dignidad de las personas, en su derecho inalienable al acceso cultural y formativo.

La Mutual de Empleados y Funcionarios del Ministerio de Acción Social, desde hace años, incorporó estas prestaciones como un servicio que no sólo está destinado a los socios, sino a la población en general. Es, como ya se ha dicho en estas páginas, una manera de multiplicar y ramificar el concepto de servicio mutual al resto de las personas, a aquéllas que no están asociadas a la entidad.

Resulta necesario cuantificar ese aporte a la comunidad, porque amerita exponerse como parte del balance social del sector mutual.

Los clásicos “Viernes Culturales”, son una cita que ya generó una costumbre en la gente. Son presentaciones artísticas musicales de jerarquía, con variedad temática y de nombres, abiertas, con entrada libre y gratuita, quedando a cargo de la mutual todos los costos operativos.

Si se toman los últimos cinco años, se puede observar que la inversión se duplicó. Sólo en el caché de los artistas, en el año 2017 se abonaron casi 80 mil pesos, contra los 38.400 de 2013. Justo en tiempos en que las actividades culturales sostenidas por los estados nacional y provincial vienen sufriendo un retroceso significativo en materia de fomento, esta organización mutual redobla la inversión. El año pasado, se invirtió un 40 % más que en 2016. Durante el último lustro, por la sala de su Centro de Convenciones, pasaron casi 20 mil personas, disfrutando de espectáculos que sostienen su agenda entre los meses de abril a diciembre de cada año.

A estos números, hay que agregar el costo operativo a cargo de la mutual, esto es, la no disponibilidad del espacio para su alquiler a terceros, iluminación, sistemas de calefacción y aire acondicionado, sonido, soporte informático y registro audiovisual, seguridad adicional, SADAIC, y amortización de equipos y salón.

La Mutual del M.A.S. pone a disposición sus instalaciones del primer piso, a los artistas plásticos para muestras abiertas al público, correctamente acondicionada para la exhibición de sus trabajos. Por cada año, se presentan entre 8 y 10 exposiciones.

Corresponde agregar en  estas inversiones, la apertura de sus aulas para el dictado de cursos y talleres de formación, con un abanico de disciplinas que van desde la enseñanza de actividades manuales hasta las artísticas, pasando por las físicas, corporales, técnicas y de estimulación. La mutual también apoyó la creación de su propia agrupación coral, cuyos integrantes trabajan todo el año para presentaciones públicas. Entre 2013 y 2017, se dictaron casi 70 talleres.

A todo esto hay que sumar el aporte con foco en la recreación, que se lleva adelante en el complejo turístico El Balcón del Lago, donde se desarrollan múltiples actividades gratuitas para el visitante –incluso artísticas- durante la temporada estival, aportando opciones de entretenimiento que amenizan la estancia del visitante, tanto del complejo de cabañas como del camping.

El lector podrá deducir, que la acción del sistema mutual desemboca en los aportes que vuelca en el sostenimiento y la renovación de sus servicios; no sólo a los asociados que integran el cuerpo, sino también a la sociedad en conjunto. Es decir, la mutual facilita el acceso de la gente a eventos culturales que, tal vez de otra forma, no podrían alcanzar. Estas acciones, que a veces parecen intangibles, también deben ser mensuradas, porque las acciones emprendidas por las entidades, contribuyen a la tan mencionada visibilidad del sector.

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