Son numerosos los supermercados proveedores de alimentos abiertos por mutuales del interior cordobés en los últimos años. La actividad funciona como un servicio de abastecimiento a precio justo para sus asociados.

Ante el actual escenario de emergencia sanitaria y su derivación directa en el circuito del consumo, los mutualistas aseguran que están funcionando casi en plena normalidad, con la única variante en algunos casos, de restricción horaria para la atención al público.

En Balnearia, La Para, Arroyito, La Tordilla, Ucacha, Etruria y Laborde, no registraron ningún problema de aprovisionamiento. Reconocen que algunos productos llegaron con incrementos de precios, más allá de los casos de estacionalidad. La mayoría de las proveedurías están recibiendo la Tarjeta Alimentar, y las que no lo hacen aún, están en procesos de tramitación para poder tomarla. Por supuesto, se han adoptado las medidas de prevención generalizadas, como la restricción de permanencia de personas en el interior, respeto al distanciamiento tanto de quienes estén en líneas de caja como quienes esperan el ingreso desde el exterior del local,  y normas de protección para empleados que están en contacto con los clientes.

El proceso de ordenamiento ante la coyuntura, evitó también que se produzcan situaciones conocidas como de góndolas vaciadas, atribuido en general por la dirigencia mutual a la responsabilidad de los asociados consumidores.

En el caso de la Mutual del Club Ateneo Juvenil en Villa Santa Rosa, en su proveeduría sólo han debido producir una restricción horaria en la atención al público, cerrando sus puertas a las 12,30 del mediodía, medida que no afectó a los consumidores. El local de AMCAJA no sólo atiende a su masa de socios, sino que ha sumado a los de las entidades pares, como la del Club Atlético y la del Sportivo Belgrano de La Para. Se habilitó una línea telefónica para que los asociados puedan encargar su compra y recibirla en su domicilio sin cargo de entrega.

La institución ya se había anticipado al decreto de aislamiento social obligatorio, tomando una serie de decisiones preventivas. Esto evitó entre otras cosas, que prácticamente no se registraron faltantes de productos, se aplicaron una serie de sugerencias sobre la cantidad de productos que se podían adquirir por persona, y estableciendo límites en el ingreso al interior del local.

Los precios de los alimentos, en su mayoría, están por debajo de lo sugerido en la lista de Precios Cuidados, y además, las previsiones de la mutual le permiten preservar un stock de mercaderías que luego se venden como ofertas semanales. Este es un dato relevante en el sistema, porque la reserva se utiliza para mejorar precios, algo que es exactamente contrario a lo que sucede con comercios de fines lucrativos, cuyo acopio generalmente es utilizado para especulación de precios.

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