Mañana, sábado 7 de octubre, se conmemora en todo el país el Día Nacional del Mutualismo.
Con muchos antecedentes en organizaciones de ayuda mutua surgidas desde tiempos de la colonia, la figura de la mutual fue cobrando forma y adaptándose a las necesidades que surgieron en el transcurso del tiempo. Más allá de las formas, el movimiento nació para que las comunidades resuelvan colectiva y solidariamente sus necesidades.
El profesor Adalberto Rodríguez, en su Documento Básico de Introducción al Mutualismo, señala que se venía celebrando el primer sábado de cada año desde 1936, y que en 1939 se da reconocimiento oficial a ese recordatorio.
Pero en 1945 aparece el primer texto legal que da por institucionalizado el Día del Mutualismo. El decreto 22.946/45, fijó en sus considerandos: “Que el mutualismo constituye en el país, actualmente un esfuerzo ponderable de agremiación, alcanzando una magnitud y un relieve insospechado; que el desarrollo de la acción privada de dichas instituciones redunda en beneficio de la masa obrera del país, evitando en sí el pauperismo; que el punto de partida de los sistemas de seguro social lo construyeron las organizaciones mutualistas sobre los mismos principios fundamentales que dieron vida a éstas; que todo lo que el Estado haga por intermedio de sus organismos oficiales para difundir y estimular el mutualismo, significará un movimiento de profundo contenido social”.
Los principios que sostienen al sector, se mantuvieron inalterables y vigentes; lo que seguramente permitió, no sólo la permanencia en el tiempo, sino también su maduración y permeabilidad, en permanente evolución para cubrir demandas de la comunidad.
