Foto: La Voz del Interior

La gira oficial que encabeza el presidente Mauricio Macri esta semana por Asia, tuvo abundante cobertura periodística. Lo que no muchos deben estar informados, es que uno de los primeros acuerdos comerciales concretos firmados en India, fue que la compra semillas de chía se hará al Grupo Cooperativo y Mutual Devoto, la mega organización de la provincia de Córdoba.

El convenio firmado establece que la república asiática adquirirá 250 toneladas de semilla refinada durante el año 2019, cuyo único oferente de este producto fue el Grupo Devoto.

La entidad fue invitada por la Cancillería argentina para participar de la comitiva oficial, que incluye a empresarios que buscan abrir mercados en India, Vietnam y Emiratos Árabes. El Grupo gestionó y obtuvo el apoyo de ProCórdoba, la agencia oficial que promueve las exportaciones cordobesas, para cubrir parte de los gastos que demandan los viajes.

El representante enviado desde Devoto, se sumó al grupo después de haber pasado por la ciudad de Nüremberg, donde también mantuvo reuniones comerciales con empresarios alemanes. Finalmente, se desprenderá del conglomerado oficial, y visitará Indonesia, siempre con la intención de expandirse a los mercados asiáticos.

Domingo Benso, mentor y gestor de la institución, sostiene que las exportaciones, ya hace muchos años que es parte del trabajo desarrollado por la organización. El suyo, es un relato que atraviesa la historia de estos emprendimientos: “Esto arranca desde el año 2008, cuando decidimos importar máquinas de coser. En ese tiempo, la Secretaría de Comercio de la Nación exigía compensación de balanza comercial, por lo que estábamos obligados a exportar para mantener el equilibrio. Así es que hicimos un análisis, estudiamos las factibilidades, y encontramos que en una amplia zona, desde Río Primero hacia el norte, Jesús María, Deán Funes, y también en Salta, Tucumán y parte de Chaco, había una producción de semillas no tradicionales, la semilla orgánica. Entonces empezamos a celebrar acuerdos, nos asociamos con algunos productores, financiamos la siembra y nos hacíamos cargo de la colocación en el exterior. Hoy la mayor producción está en Salta, donde hacemos acuerdos con agricultores. Nosotros ponemos la semilla, ellos el campo, ambos pagamos los gastos y repartimos la producción mitad cada uno.

“Empezamos con garbanzo y llegamos a la chía, proveniente de un campo en Deán Funes. La cosecha de semillas la llevamos a Entre Ríos, a la planta El Salvador, que es la única procesadora del país, que da una pureza del 99,9 % a la semilla, tal cual es la exigencia para el mercado internacional. Luego hacemos el embarque en el puerto de Rosario, y de allí se distribuye a nuestros clientes».

Benso le quita complejidad al emprendimiento de la exportación, y alienta a otras entidades a que intenten este desarrollo: “Nada fue de un día para el otro. Esto ya empezó hace once años, pero no me parece un imposible, creo que hay que animarse. Nuestro mayor acierto fue incorporar una persona que salga a vender; hoy ya tenemos tres personas en esa tarea. Hay que organizar una pequeña oficina de comercio exterior, con gente capacitada y salir”.

Además de la semilla de chía, el Grupo Devoto exporta garbanzos, porotos, miel, dulce de leche y envases plásticos; este último como producto con valor agregado. Su expansión ha llegado a mercados como los de California, Baltimore, Miami, Valencia, Países Bajos, Francia, Alemania, Sudáfrica, Bolivia, Paraguay, Chile y Uruguay.

El trabajo de comercialización del Grupo Devoto, asombra por su magnitud, aunque deja en evidencia que las organizaciones de la Economía Solidaria tienen la capacidad suficiente para el desarrollo económico autogestionado.

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