En la pequeña localidad del extremo este de la provincia de Córdoba, cuya zona urbana no supera las cien manzanas, se constituyó una nueva asociación mutual que lleva precisamente el nombre de la localidad.
La reciente matrícula otorgada por el INAES, le da reconocimiento a esta iniciativa que cuenta con un fuerte apoyo del intendente local Elio Sánchez, y que de ahora en más tiene por delante el camino de captación de asociados. Será un proceso por el que se busca involucrar a toda la comunidad de El Fortín.
El presidente de la flamante entidad, Rubén Pastore, relató a este portal las necesidades de la población que sólo pueden ser cubiertas a través de los servicios que permite brindar una mutual, con el virtuosismo propio del sistema. Entre esas demandas no satisfechas, el titular de la asociación resalta que desde hace más de 25 años no hay banco ni cajero automático en el pueblo. Esto se traduce en que las personas que deben cobrar haberes, jubilaciones o pensiones, tienen que trasladarse con los medios que puedan disponer hacia poblaciones vecinas, como Alicia, que es la más cercana, a quince kilómetros de distancia, con todo el trastorno para quienes deben utilizar un servicio tan básico como este.
Por esto mismo es que desde la mutual conformada, aspiran a encontrar mecanismos que le faciliten la vida doméstica y cotidiana a los habitantes. Pastore lo resume asegurando que “El objetivo central es dar respuestas a las necesidades de la gente. Para eso estamos convencidos que la única forma es trabajar con responsabilidad y transparencia frente a los vecinos. Para transmitir confianza, elegimos tener una mirada abierta hacia todos los sectores, y por eso nos reunimos con los diversos actores que integran esta comunidad, detectando necesidades e invitándolos a sumarse a esta propuesta social”.
La institución tiene aprobados varios reglamentos que cubren un amplio abanico de servicios. Para ese pequeño enclave en la geografía cordobesa, la constitución de una organización asociativa puede ser la forma de mejorar la calidad de vida de las personas. Para la dirigencia, comienza la difícil tarea de ganarse la confianza de los pobladores.