En una entrevista concedida a este portal, el presidente de la Federación Argentina de Mutuales de Salud y de Federada Salud, Juan Pivetta, marcó definiciones sobre el presente del sector en el contexto sanitario del país, la fluctuación en la masa de asociados, a la vez que reiteró la urgencia por excluir del segmento de empresas de medicina prepaga a mutuales que prestan el servicio con fuerte raigambre social.

¿Cómo ha transitado el sector durante un 2022 en el que la salud pre paga estuvo en los debates públicos?

El contexto ha sido complejo con impacto en todos los ámbitos, y el mutualismo no estuvo exento de ser atravesado por todas las variables; en particular, las mutuales que prestan el servicio de salud nos hemos enfrentado a varias situaciones difíciles que hubo que ir resolviendo o amortiguando el impacto. Las organizaciones creadas y sostenidas por la gente implican que administremos recursos que son de los asociados. Y frente a la difícil coyuntura económica, en particular quienes bridamos servicio de salud, cuando hay que aumentar la cuota por la prestación, empiezan a surgir molestias, y es natural que así ocurra. Esto nos hace profundizar actitudes de cercanía con los socios, las formas de relacionarnos con las personas.

¿La cuestión inflacionaria es el único factor de riesgo para el sector?

En 2022 hemos tenido dos factores difíciles: la inflación y la post pandemia. Esta última con consecuencias muy complejas. El 2022 tuvo un nivel de gasto prestacional alto, tanto por la cantidad de prestaciones como por el costo de las mismas. No obstante, reconozco que desde el segundo semestre la demanda de las prestaciones se fue equilibrando para alcanzar niveles más o menos normales. También la pandemia agravó una crisis en los recursos humanos; hay escasez de profesionales que acepten trabajar como prestadores de estas entidades y eso también genera acciones corporativas que demandan recursos que el sistema no tiene, más allá de la justeza de algunos reclamos.

El incremento en las cuotas por servicios de salud ¿provocan un éxodo de asociados?

El sistema tiene mucha fluctuación entre altas y bajas. Hay una rotación, gente que se va, pero por otro lado hay incorporaciones que superan en número a las bajas. En ambos casos, se da la particularidad de ser de un rango etario joven. En general, todo el sistema privado, lucrativo y de la economía solidaria, tuvo casi 600 mil nuevas incorporaciones durante el 2022. Son cerca de 7,8 millones de personas en todo el país que cuentan con una cobertura de alguna prepaga. Esto también habla de una sensación de deterioro en la salud pública y la seguridad social que tiene la gente. A veces no es tan real, pero es una percepción instalada en buena parte de la sociedad.

Precisamente, ¿se puede seguir equiparando a las mutuales de salud con empresas de medicina prepaga lucrativas?

Desde 2011 estamos incluidos como medicina prepaga, como parte del sector privado. Sin embargo, hay que diferenciar. Dentro mismo del sector de la economía solidaria, hay mutuales con una fuerte connotación social, que claramente cumplen un rol muy importante en la comunidad como parte de la protección social. Esas entidades claramente tienen que ser consideradas de forma diferente, porque están cumpliendo un rol que no lo puede cumplir el Estado. Es una locura seguir regulando a una pequeña o mediana entidad prestadora del servicio, con fuerte presencia territorial, con una gran prepaga comercial. Equipararlas es no entender en absoluto cómo funcionan las entidades, sobre todo en el interior del país. Por otra parte, hay mutuales que cumplen un rol social, pero tienen un funcionamiento diferente en el mercado; se han posicionado, son competitivas, han crecido, ofrecen una amplia gama de alternativas a sus asociados, que compiten perfectamente con la comercial. Pero también tiene rol social, porque no hay excedentes, sino inversiones para mejorar la calidad del servicio.

Ante esto, nosotros como federación tenemos que trabajar en eso. Y con más énfasis este año que tenemos la oportunidad de llevar ésta y otras propuestas a distintos espacios políticos que competirán en las elecciones.

Y a propósito de este año, ¿cómo avizora el 2023?

Creo que continuará un nivel alto de inflación, y eso traerá aparejado importantes renovaciones paritarias por la pérdida del poder adquisitivo, los aumentos mensuales en las tarifas de la medicina pre paga, la complejidad que conlleva con el nuevo sistema en el que hay que diferenciar los requerimientos de los asociados, en fin, nada fácil para el sector. Además, no hay que dejar de pensar que la totalidad de los costos en salud son muy altos, hoy hay que estar muy por encima del umbral de la pobreza para poder pagar una cuota de salud privada, sea de la economía solidaria o comercial.

Aun así, creo con convicción en el sistema, que podemos dar las respuestas a lo que la gente está necesitando.

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