El cierre del Foro Valor Argentino, concretado hace una semana en la ciudad de Buenos Aires, tuvo como corolario la presentación pública de un documento que sintetiza las ideas del sector, para involucrarse como actores en el desarrollo social, productivo y económico del país.
Las propuestas, se presentan con enunciados que resaltan las virtudes de la comunidad asociada para satisfacer necesidades comunes. Así lo expone en el documento:
“A 40 años de democracia argentina, los valores y la eficiencia organizativa del cooperativismo y mutualismo no se plantean solamente como forma alternativa y posible, sino como necesidad de una sociedad que asume la coexistencia del Estado y de la comunidad organizada. La economía social democratiza la economía desde la heterogeneidad real de la sociedad, compuesta por actores públicos, privados o comunitarios. La democratización se ve reflejada en el voto que llevan adelante cada una y cada uno de los asociados que son parte de cooperativas o mutuales, pero también se expresa en los desplazamientos claves que propone: agregar el capital en vez de concentrarlo; debatir en vez de decidir autoritariamente; reinvertir el excedente en vez de apropiarlo; crear comunidad allí dónde se produce y no en las capitales o en los centros económicos”.
A la vez, propicia la participación activa en las políticas públicas de las organizaciones de la comunidad. En este sentido, el movimiento de la economía solidaria, pretende acompañar a futuras administraciones del Estado, con estos aportes:
Creación de un Instituto de Desarrollo Rural, cuyos objetivos apuntan a:
- Fomentar la ruralidad y plantear un programa de arraigo y regreso al campo, llevando la población rural del 7,4% actual al 15% en los próximos 10 años.
- Garantizar desde el sector cooperativo y mutualista la realización de políticas de soberanía alimentaria con producción local, sana en hortalizas, carnes y lácteos.
- Desarrollar la distribución local de alimentos a través de proveedurías mutuales y de cooperativas de consumo.
- Desarrollar mecanismos de control social de precios a través del consumo participativo.
Creación de un Instituto para la transición energética, co-gobernado por los actores del sistema eléctrico con financiamiento autónomo para contribuir en alcanzar el 50% de generación eléctrica con fuentes renovables.
Crédito productivo participativo, para llevarlo progresivamente al 16% del PBI y organizado en función de la capacidad de pago a futuro y no según las reglas del crédito prendario que imponen las reglas de Basilea.
Garantizar la formación en Economía Social y la creación de cooperativas y mutuales para egresados del sistema universitario, secundario y sistema de enseñanza media técnica.
Sistema de Protección Social en Salud del trabajador asociado y de los monotributistas, tomando a su cargo la conformación, gestión y operatoria de equipos básicos de salud, a cargo del primer nivel de atención.
Figura de Trabajador y Trabajadora Asociada, propiciada por la OIT, que garantice la formalización laboral de los 6 millones de trabajadores que forman parte de la economía popular, dotándolos progresivamente de derechos laborales y cooperativos gracias a la economía social: con ART, sistema de salud, jubilación, vacaciones pagas y garantizando el aporte de estos trabajadores a los regímenes solidarios de la seguridad social general.
El texto completo del documento presentado en el Foro Valor Argentino, puede leerse y descargarse aquí: Foro Documento Final